Cuatro victorias consecutivas. El Mataró Parc Boet Maresme vive el momento más dulce de la temporada. Si hasta ahora no había sido capaz de conseguir ningún tipo de regularidad en la victoria, el conjunto de Mataró ya ha llegado a un punto de madurez en su juego que lo ha conducido a esta magnífica racha de cuatro partidos seguidos superando al rival de turno; Alfindén, Badalonès, Alpicat y ahora Almozara. El partido se tuvo que jugar en Cabrera de Mar por culpa de la aparición de goteras en el Eusebi Millán.
El duelo no empezó bien. Blandos en defensa durante el primer cuarto, los mataronenses vieron como el equipo visitante cerraba el parcial con un +8 (14-22). Todo cambió a partir del segundo periodo. El Boet ajustó su defensa y pasó de encajar 22 puntos a dejar el Almozara con un pobre 6 en su marcador (20-6). La dinámica ya había cambiado, y poco importaría que a partir de entonces la igualdad presidiera el partido (14-14 y 22-22 en los restantes dos cuartos).
El Boet, curiosamente, se vio superado en la lucha por el rebote (31 a 43). También en el afán de conseguir segundas oportunidades en ataque, el conjunto visitante fue mejor (5 a 11 en rebotes ofensivos). El equipo de Mataró, de todos modos, seleccionó de manera más esmerada sus pases (perdió siete pelotas menos que el rival) y se mostró más acertado en el tiro; 22/37 de 2 por 19/40 del Almozara.
En el capítulo individual, destacaron las aportaciones de Cheda (14 puntos y 4 rebotes) y Nogales (12 puntos y 6 rebotes). Es verdad que este último lo probó mucho y no siempre con acierto. El Boet ha aprovechado esta buena racha para certificar la permanencia, consolidar la quinta posición y establecer un balance positivo. Ahora mismo, el equipo de la capital del Maresme se sitúa con 10 victorias y 9 derrotas. Será complicado mantener la buena dinámica porque la próxima salida del Boet es para enfrentarse con el líder, el Hospitalet, que solo ha perdido un partido.