Bajo un sol de justicia casi más veraniego que de la primavera que comienza mañana y con cientos de personas haciendo allí el vago, Mataró ha acogido este martes al mediodía la salida de la segunda etapa de la Volta Ciclista a Catalunya. El pelotón se ha dirigido hacia Llavaneres para acabar superando los 180 kilómetros de etapa y terminar arriba, en la estación de esquí de Vallter 2.000. Es la primera etapa con final en alto de esta Volta.
La salida ha vuelto a deparar el habitual despliegue de medios que supone una salida de una prueba World Tour como es la Volta. Desde primera hora de la mañana se ha cortado el tráfico en el Camí de la Geganta y los autobuses y vehículos de los equipos han ido instalándose al pie del Parc Central Nou, en el conocido como Espacio Ferial de Mataró. La línea de salida era prácticamente en la intersección que marca la calle de Guifré el Pelós y buena parte de la atención se la llevaba el control de firmas que hace la presentación de los ciclistas.
Muchísima gente, más que los últimos años, se ha congregado y ha paseado entre autobuses. Muchos han buscado fotografiarse con sus ídolos y el más buscado y aclamado ha sido el esloveno Tadej Pogačar que ya quedó segundo en la primera etapa y es el gran favorito para ganar la prueba, que disputa por primera vez.
Además de Pogačar, el resto de cabezas de cartel también han sido muy aplaudidos. Nombres como Sepp Kuss, Alexadr Vlasov, Enric Mas, Mikel Landa o Egan Bernal también han acaparado aplausos y fotografías.
La salida estaba fijada para diez minutos antes de las doce y ha sido precedida por el ritual habitual de cortar la cinta y hacerse las fotografías de rigor. Los ciclistas líderes de las diferentes clasificaciones, ya con gesto serio por el envite que supone la etapa, se han puesto al frente y cuando ha sido el momento y siempre a ritmo tranquilo de salida neutralizada, han desfilado hasta Sant Simó.