La histórica salida de la Vuelta de Mataró, bien aguada

Mataró no pudo lucir paso mucho como ciudad de salida de la segunda etapa de la Vuelta. La salida era histórica, por inédita. Estratégica, porque con ella Mataró sumaba a Barcelona como sede de estos primeros días de la tercera grande prueba ciclista masculina del año. Pero la meteorología respondió al que ya se había ido previendo en días anteriores y va aigualir por completo la jornada. Fue un acontecimiento pero no pudo ser una fiesta. Lástima.

El Puerto de Mataró, entre la explanada de bajo para la presentación y todo el paseo y aparcamiento superiores para la zona de los autobuses ciclistas se mostró cómo un muy buen lugar para el acto… pero obviamente tampoco lució. La lluvia enfadó de manera continua y ascendiente (cada vez más) durante todo el periodo de actividad. El control de firmas con presentación de los equipos se hizo ante una colección completa de paraguas, los ciclistas -con toda lógica- no se paraban para mojarse antes de tiempo y poder estar cerca de los forofos y elementos cómo la zona mixta tuvieron que buscar cobijo. Por suerte, eso sí, llovió pero sin tormenta ni aguaceros torrenciales. El pasos sótanos respondieron. Por el que pasaba el piloto una vez emprendida la salida neutralizada y por los que fueron a buscar lugar centenares y centenares de forofos.

Entre los de bajo a mar, en la zona del Puerto y la Nacional y los del resto de ciudad deberían de ser miles los mataronins que salieron al paso del inicio de etapa de la Vuelta. Entre ellos, ante la Estación, una concentración independentista en contra de la celebración de la prueba. Toda esta gente, en un día bien lletjot, demostraron las ganas que tenía que ver los mejores ciclistas del mundo. A la presentación de los corredores los más aplaudidos fueron los cabos de fila cómo Vingegaard, Roglic, Evenepoel o Mas. También los predilectos de la afición catalana cómo De Gendt y Kuss.

La salida neutralizada emprendió el voltio anunciado por las calles de Mataró, antesd 'entomar ya la salida real a Argentona, para subir por Òrrius y despedirse del Maresme. Como anécdota, todavía en la salida previa, Egan Bernal (la Ineos campeón de Tour y Giro) iba atrasado.

Mala nota para la salida de Barcelona

Que llueva a finales de agosto no es extraordinario pero en medio de tanta sequía es muy bien que el episodio de lluvia ha hecho diana contra la salida de la Vuelta. La experiencia de Barcelona ha sido muy bien desastrosa, con la contrarreloj por equipos de sábado totalmente deslluïda por la lluvia y sobre todo la oscuridad de la hora vespertina sumada a las nubes de tormenta y con el final de la segunda etapa, la Mataró-Barcelona, totalmente deslluïda con los tiempos tomados antes de subir a Montjuic y los ciclistas tomándosela sin ánimo competitivo por el supuesto peligro del recorrido.