Jordi Ventura ya ha pasado a la historia de la UE Mataró. La entidad a la que entró a mediados de los años ochenta y de la que se despide como jugador activo -seguirá como entrenador de categorías inferiores- quiso rendir homenaje al menut y talentoso base mataroní de la mejor manera posible: retirando lo ya mítico número 11 que ha traído a las espaldas. Fue uno de los momentos más emotivos de un acto que pretendía despedir como hacía falta a Ventura después de más de una década en el primer equipo del actual Playas de Mataró y de toda una vida a la entidad. Durante el sábado por la tarde se organizó un triangular entre jugadores y ex-compañeros de Ventura a lo largo de estas doce temporadas al primer equipo amarillo.
Posteriormente, llegó la hora de los parlamentos, en los cuales Ventura quiso despedirse de todos los que lo han acompañado a lo largo de estos años: familiares, junta directiva, entrenadores, compañeros de equipo. El jugador admitía este lunes que por él fue un día "muy emotivo" que recordará "toda la vida". El base mataroní lo deja con 31 años después de que una lesión a la cadera fuera además estos últimos años hasta convertirse en un impedimento para poder disfrutar del baloncesto y rendir al máximo nivel. El número 11 colgado en lo alto de Josep Mora mantendrá el recuerdo de su juego con la UE Mataró.
Además de la despedida de Ventura ante la afición y todos los que lo han acompañado durante su trayectoria como jugador, también hubo tiempo porque el infantil femenino del Playas de Mataró entrenado por César Aneas pudiera ofrecer a la afición que se acercó a Josep Mora el baches-campeonato de España que consiguieron recientemente.

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