Dos goles de penalti de los Estados Unidos dictaron sentencia (1-2). Una sentencia seguramente demasiado dura por el equipo español, que compitió de tú a tú ante la gran candidata al título mundial. El combinado de Torrejón, suplente otra vez, y Ouahabi, titular y 90 minutos, fue capaz de frenar el inmenso potencial ofensivo de las americanas, pero dos penas máximas hicieron inútil el esfuerzo. Como mínimo el segundo penal se podría catalogar de dudoso, o muy riguroso, pero el àrbitra ratificó su primera impresión después de consultar la acción con el VAR.
La misma jugadora, Megan Rapinoe, fue la encargada de transformar los dos penaltis (minutos 7 y 76). Entremedias, una actuación muy sólida del equipo español. La reacción al primer gol encajado fue fulminante. Una presión alta de Lucía García permitió al combinado que dirige Jorge Vilda recuperar una pelota a la frontal del área americana. Jennifer Hermoso completó la acción con una preciosa y preciso remate. Sólo habían pasado dos minutos del primer gol de penalti de Rapinoe.
Leila Ouahabi, en el rol de lateral izquierdo, sufrió con algún cambio de orientación de los Estados Unidos, como en la jugada que precedió el primer penalti. A medida que el partido avanzaba, pero, la jugadora mataronina se fue imponiendo con determinación y carácter competitivo. Marta Torrejón no jugó. De hecho, no ha vuelto a tener minutos desde el partido contra Alemania, cuando un error suyo propició el único gol del duelo. España perdió aquel partido y también los octavos de final contra los Estados Unidos. Dos derrotas ante las dos selecciones con más potencial, historia y palmarés del fútbol femenino.
La selección de las dos jugadoras mataronines ha hecho historia porque nunca antes había jugado unos octavos de final del Mundial. Su actuación a lo largo del campeonato y, sobre todo, el nivel exhibido ante la actual campeona del mundo, son una muestra más que el fútbol femenino al estado español continúa creciendo a pasas de gigante.