El CN Mataró ha abierto hoy su piscina olímpica después de dos meses y medio cerrada por la Covid-19 como el resto de clubes

Cugat Comas

Los clubes mataronins calculan los daños de la Covid-19

Los clubes han quedado tocados económicamente y trabajan para salvar entrenamientos y casales de verano para no seguir perdiendo demasiado social

Mataró entró lunes en fase 2 pero su actividad deportiva federada sigue cerrada a cal y canto. Los clubes han vivido la Covid-19 como un trasbals que más allá de efectos deportivos tiene una serie de consecuencias a nivel económico y social del que pueden tardar tiempo al recuperarse. Sus máximos dirigentes confían en poder retomar en pocas semanas la actividad normal en un contexto de incertidumbre evidente.

A medida que se pueda, las entidades deportivas locales quieren mirar de recuperar el tiempo. Sea en verano, en forma de campus y casales o en la nueva temporada. Sea con entrenamientos de la base o con el regreso de los equipos sénior. Pendientes de l'Ayuntamiento, puesto que la mayoría juegan en instalaciones municipales. Esta semana han empezado a reabrir algunos de los equipamientos, siempre con nuevos protocolos de uso de estos . En concreto abrieron la pista Polideportiva de Cereza, para actividades del Club de Patinaje Mataró, el Polideportivo Municipal Teresa Maria Roca para actividades del Senior del Futsal Mataró, el Estadio Municipal de Atletismo para entrenamientos del Grupo Atletismo Lluïsos Mataró, Centro Atlético Laietània y entidades de Triatlón.

Los casi tres meses de confinamiento los clubes los han pasado manteniendo el contacto y la actividad vía internet y mirando de cuadrar números: en algunos casos la situación económica de los clubes ha quedado colgando de un hilo.

Sin los ingresos previstos

Cuando a mitad de marzo se acabó de repente el deporte, los clubes vieron como su actividad se paraba y en algunos casos el que temblaba era su economía. Cada entidad tiene un sistema diferente de cuotas por sus socios y jugadores y en algunos casos la parada ha hecho caer parte de los ingresos previstos al presupuesto de todo el año. En el caso del Futsal Mataró, por ejemplo, las cuotas mensuales se congelaron a partir de abril. La directiva optó para establecer durante el tiempo de confinamiento una 'cuota solidaria' alternativa y más barata a pesar de que su coordinador David Rivera explica que " hubo familias que nos manifestaron que querían seguir pagando la cuota original para ayudar y los patrocinadores también han mantenido su apuesta, cosa que ha facilitado la salud económica del club". El Futsal, que mantiene en activo su senior masculino para jugar el ascenso a finales de julio, es uno de los clubes locales que se ha acogido a un ERTO.

También el Club Hockey Mataró devolvió parte de la última cuota de socios y ha mirado de mantenerse activo a redes para no perder los ingresos de patrocinadores y colaboradores. Joan Galeano, miembro de su Junta, explica que "está claro que no tendremos unos ingresos con los que contábamos y que la a viabilidad del club pasa por la respuesta del socio". Esperen poder hacer campaña de captación en motivo del ascenso del primer equipo a OK Liga.

El problema de las cuotas no sorprendió a la Unión Deportiva Mataró puesto que el pago de socio anual se fracciona en cuatro pagos, el último de los cuales es en febrero. "Sí que han bajado otros ingresos como la tienda o nos hacen fallado algunos espònsors, por el que la situación es especialmente compleja", explica su Presidente Joan Pino.

La sacudida económica también es importante por el Juventud Balonmano Mataró, que espera poder recuperar actividad y planea el futuro de la temporada que viene con una idea clara: habrá que hacer manso y mangas. Su presidente José María Lizán asegura que "nos saldremos, no sin heridas pero saldremos adelante" y se declara preocupado por la dimensión social de la actividad: "No hay contacto personal, no hay partidos, no hay entrenamientos y això podría generar desafecció". Económicamente están evaluando todavía los efectos de la parada pero anticipa que "la parte social del club haurà de asumir una parte muy importante de los gastos, alrededor de un 70 por ciento puesto que de momento las ayudas anunciadas tanto por el gobierno central como por la Generalitat, van dirigidas al deporte profesional mientras el amateur, como siempre se haurà de espabilar por su cuenta".

El CN Mataró: un problema singular

Si un club ha notado de forma ensañada los efectos de la parada por la Covid-19 este es lo Centro Natación Mataró. Dos características acentúan su problema singular: por un lado las instalaciones son de su propiedad y su principal fuente de financiación y por la otra el mundo del agua se siendo olvidado por las fases de desconfinament deportivo. El CNM va reborir el pasado 2 de junio su piscina olímpica después de 82 días cerrada. Lo hizo con sistema de solicitud previa, con limitación de capacidad y mucho a mínimos. Los equipos profesionales podrían volver a la actividad en los próximos días.

Su Presidente Joan Gordo explica que "hemos trabajado para hacer los retoques en las instalaciones y al elaborar un nuevo protocolo de uso de estas adecuado al distanciamiento físico y las nuevas normativas para poder abrir". Al CNM la Covid-19 ha sido un torpedo a su economía puesto que además de una bajada sustancial en el número de socios de la entidad -se cuentan por centenares- ha anulado por completo todas las estancias deportivas de equipos y profesionales que constituían una apuesta básica en su esquema de ingresos.

"A nivel de socios hemos perdido demasiado social en un momento en que estábamos a yendo además, perdiendo sobre todo a aquella gente que era miembro del CNM por cuestión histórica y no hacía un uso mucho regular de nuestras instalaciones", explica el presidente del club. La bajada en número de asociados se cuenta por centenares y Gordo explicado que ya se ha encargado una auditoría externa para conocer todos los efectos de la crisis. "El CNM tocó su mínimo de socios en el punto álgido de la anterior crisis, entre los años 2013 y 2014 y ahora, después de la Covid-19 es cómo si hubiéramos vuelto en su punto de partida".

Como medidas extraordinarias, la directiva del Centro ha optado para hacer exenciones en la cuota en algunos casos de personas singularmente afectadas por la nueva crisis y ante la demanda en forma de carta pública de una rebaja general de cuota, Gordo asegura que "nosotros preferimos apostar por la solidaridad entre socios de forma que miramos de atenuar los efectos entre los que no se lo pueden permitir pero no podemos rebajar a todo el mundo por igual, porque ni sería justo ni podemos hacerlo a efectos económicos". La recuperación de demasiado social será una de las prioridades principales de los próximos tiempos a la piscina de a la orilla del mar.

La nueva temporada, una incógnita

Hay otros casos de clubes que no sabrán del cierto como los habrá afectado en número de deportistas la nueva normalidad hasta la próxima temporada. Es el caso del Iluro Hockey Club, con todas las competiciones acabadas y un balance económico cercado. "Por suerte somos un club saneado económicamente y esto nos ha permitido encarar bien la situación y hemos podido cerrar bien la temporada", asegura su presidenta Itzíar Ruedas. El club está pendiente de los parámetros que establecerá la administración para la reapertura de las instalaciones para evaluar como devuelven a la actividad y su dirigente asegura que "es pronto para saber si perderemos demasiado social por la Covid-19 o por la crisis. No lo sabremos hasta que sepamos como podemos preparar la próxima temporada".

Y es que más allá de prever actividades estivales, los clubes trabajan con el horizonte de la nueva temporada también en un contexto de incertidumbres. "La Federación ya nos ha dicho que toda la temporada es probable que se retrase muy bien un mes", explica Joan Pino de la UEM y este atraso podría ser común a todas las competiciones de todas las disciplinas.

Hacer verano para no perder el rescoldo

Todos los clubes han buscado mantener el contacto entre deportistas durante el confinamiento. Las redes sociales y las conexiones por videoconferencia o tutoriales han sido el común denominador entre todos los equipos. El Futsal ha sido de los más imaginativos proponiendo incluso a sus miembros unos Quizz o una Escapo Room temática. En el ámbito deportivo se han mirado de reproducir entrenamientos o rutinas físicas adaptadas a cada caso, a pesar de que en muchos casos la finalización de las competiciones general ha supuesto una bajada de ritmo en el seguimiento de los jugadores y jugadoras.

El que es común en todos los casos, pero, es la voluntad de no perder el verano. "Este verano no será normal, tenemos muchos nanos que traen mucho tiempos sin hacer deporte y muchas familias que no marcharán, Mataró no se vaciará tanto y se tiene que aprovechar" explica Rivera, coordinador del Futsal. Pendientes de la coordinación del Ayuntamiento, todas las entidades mantienen la oferta de sus casales y campus, que se tendrán que adaptar a la nueva normativa pero por los que advierten que la demanda está e incluso ha aumentado. En el caso de la UEM, Joan Pino asegura que "más allá de casales, queremos alargar la temporada de forma que junio o julio puedan ser meses habilidosos para los equipos, que se puedan reencontrar jugando si la situación lo permite". La incertidumbre sobre los condicionantes que tendrán que cumplir los clubes y equipos en la nueva normalidad es evidente. Si bien las diferentes entidades aspiran a mantener la cita con los casales, el que sí que es seguro que no habrá son los torneos especiales de verano en motivo de la Fiesta Mayor u otras citas. Así, a finales de julio no habrá ni 3X3 de baloncesto ni torneo de fútbol sala de Las Santas y la UEM tampoco está preparando el torneo de Mine-baloncesto que convocaba cada verano.