"Soy zurda, juego en la derecha y, por lo tanto, puedo enfocar portería con más facilidad." Si no fuera por el género, la frase lo habría podido firmar el mismísimo Arjen Robben en cualquier momento de la última década... pero en Mataró también tenemos zurdas de oro. Una de las más productivas es la de Ona Muñoz, jugadora de balonmano del Joventut que ya suma 62 goles (en 7 partidos) esta temporada. Una media de casi 9 goles por partido que la sitúan, en estos momentos, como máxima goleadora del campeonato.
Es de Mataró, de toda la vida, y empezó en las categorías inferiores del club de la capital del Maresme: "Después del multi deporte en la escuela, vi que me gustaba el balonmano." Su hermano Bernat, clásico, capitán y referente del equipo masculino, también dejaría la impronta de la alcurnia Muñoz en el Joventut. El club celebra los goles de Ona y el buen inicio de temporada del equipo en Plata, segundo con seis victorias y sólo una derrota.
De alevín a cadete jugó en el Joventut. Después de una temporada en La Roca, volvió a Mataró. Castelldefels vio sus pasos como juvenil y el debut en la División de Honor cuando sólo tenía 17 años. Después de esta experiencia en el Baix Llobregat, el Joventut la esperaba para conseguir el ascenso de Catalana a Plata. Esta ya será la quinta temporada seguida de Ona Muñoz en Mataró, con un pequeño paréntesis de tres meses la campaña pasada para ayudar al Granollers en la División de Honor y en la Copa de la Reina.
De tercero de la ESO a segundo de Bachillerato disfrutó de una beca, primero con la Blume y después en el CAR, gracias a la cual pudo "compartir el día a día con deportistas y crecer en todos los sentidos. Todo fueron facilidades... espectacular. Te formas como persona. Si ahora me lo volvieran a decir, diría que sí con los ojos cerrados." También dijo que sí, enseguida, a la posibilidad de trabajar en el GEM una vez completados los estudios de educación infantil. Antigua alumna de la escuela, ahora es maestra de P2 en el mítico hogar infantil del "GEM Petit" en el Paseo Cabanellas.
No se puede dedicar profesionalmente al balonmano porque "aquí tienen al femenino olvidado", pero disfruta muchísimo de su trabajo de maestra y de la experiencia en Plata con el Joventut: "En División de Honor necesitas mucha más preparación física pero la categoría de Plata también es exigente."
Ona Muñoz tiene claras las nociones y virtudes básicas de una extremo: "Tiene que ser rápida para salir al contraataque, trabajar el armado de brazo y tener buen salto y buena muñeca." Si, además, eres agresiva y atrevida en el uno contra uno, como ella, los goles caen por su propio peso... goles que durante los últimos diez días ha tenido que marcar en el pasillo de casa porque todo el equipo ha sido confinado: "Nos hemos conectado para entrenar virtualmente los tres días establecidos de entrenamiento. Además, el martes y el jueves cada cual tenía un plan de ejercicios por su cuenta." El Joventut, si todo va bien, ya podrá jugar el próximo fin de semana y Ona Muñoz seguirá haciendo joyas con su mano izquierda.