Capgròs
Entre los cientos y cientos de restaurantes que hacen del Maresme una comarca eminentemente gastronómica, con grandes nombres de la restauración en todos los estilos, solo cuatro restaurantes tienen una distinción especial: el sello Slow Food Catalunya, que reconoce la propuesta en cocina ecológica y de proximidad.
Los cuatro nombres (Lasal del Varador y Allium en Mataró, Les Nenes Bar en Canet y la República de Burinons en Sant Pol) ya contaban previamente con esta distinción. Ningún otro restaurante de la comarca figura en el grupo de 86 establecimientos que este 2024 han estrenado el distintivo de Slow Food Catalunya, el cual reconoce su compromiso con el uso de alimentos ecológicos y de temporada provenientes de productores locales.
Los cuatro restaurantes Slow Food del Maresme son:
Lasal del Varador - Mataró
Lasal del Varador, ubicado en el paseo marítimo de Mataró, ofrece una propuesta de cocina mediterránea con una clara apuesta por la sostenibilidad.Con un compromiso que va más allá de la gastronomía, el restaurante sigue seis pilares fundamentales: arquitectura bioclimática, uso de energías renovables, movilidad sostenible, cocina ecológica de proximidad, reciclaje y gestión eficiente del agua. Desde 2007, su estructura incorpora suelo radiante y placas solares para calentar el agua, y hoy en día el 60% de su electricidad proviene de fuentes renovables. Con un 90% de productos ecológicos y pescado fresco de Arenys de Mar, Lasal del Varador es un referente en sostenibilidad en el Maresme, con una carta de vinos exclusivamente ecológicos y de proximidad.
Allium - Mataró
En el Allium, la cocina de mercado y la creatividad contemporánea protagonizan una experiencia gastronómica informal y acogedora. La carta se renueva según la temporada para aprovechar productos frescos, manteniendo así la esencia de la cocina de proximidad que defiende el movimiento Slow Food. Con una selección de vinos naturales y platos que revelan pasión y autenticidad, Allium busca, en palabras de Slow Food, “reconocer el territorio y su producto”. Así, cada plato, desde la selección de ingredientes hasta el servicio en mesa, busca transmitir el carácter y la historia de la región, conectando a los comensales con las raíces del Maresme.
Les Nenes Bar - Canet de Mar
Les Nenes Bar es un punto de encuentro informal donde la cocina, la música y el buen ambiente se fusionan en una experiencia única. Con una decoración dinámica y una carta en constante evolución, este restaurante mezcla la esencia del territorio con un toque de inspiración asiática. Según Slow Food, “hacemos lo que nos gusta” es el lema de este espacio, donde platos compartidos e ingredientes ecológicos locales son los protagonistas. La carta de cócteles y vinos ecológicos complementa el ambiente vibrante creado por Marta y Adrià, ofreciendo una noche que combina la calidez de un hogar con la frescura de un viaje gastronómico.
La República de Burinons - Sant Pol de Mar
Con una filosofía de respeto profundo por la tierra, La República de Burinons, situada en un antiguo restaurante remodelado, destaca por ofrecer productos de su propio huerto biodinámico y recetas tradicionales que honran el territorio. Abierta a la innovación sin renunciar a la autenticidad, la carta incluye verduras, legumbres y hortalizas de cosecha propia, así como carnes y pescados de proveedores locales. Además, el restaurante recicla, hace compost e incluso elabora jabón con el aceite usado, buscando reducir al máximo su impacto ambiental. Slow Food define este proyecto como una “filosofía de vida” arraigada en el respeto por el medio ambiente y la gastronomía de proximidad.
Slow Food Catalunya, cocina ecológica y de proximidad
Slow Food es una asociación eco-gastronómica sin ánimo de lucro, que nace para fomentar una cultura gastronómica basada en alimentos buenos, limpios y justos. Fundada en Italia en 1989, hoy se encuentra representada en 122 países diferentes. En Catalunya, los cocineros Slow Food además impulsaron el proyecto Km0, creado en 2008, que define y comprueba el cumplimiento de ciertos compromisos que asume el chef en relación con la filosofía de lo bueno, limpio y justo. Según el Vademécum de Slow Food, “ser un restaurante Slow Food Catalunya significa cocinar platos de Km 0 que prioricen la agricultura local y ecológica, emplear alimentos de temporada, evitar el uso de transgénicos, recuperar variedades en vías de extinción, poner en valor especies autóctonas y cocinar pescado capturado de forma sostenible".
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