En Mataró, la celebración de la Castañada y Todos los Santos tiene un toque propio, un sabor especial y, sobre todo, una nueva botella cada año que conforma una colección en muchas familias. Es una tradición local que se mantiene inalterable, principalmente por buen gusto. Así es la historia del Vino de Todos los Santos.
El Vino de Todos los Santos es una especialidad tradicional elaborada con un proceso cuidadoso que le otorga un sabor único. Según explica Pere Cruz, responsable de Can Montserrat, la producción se basa en un vino moscatel que pasa un año entero envejeciendo en barrica de roble. Durante ese tiempo, se le añade una pequeña cantidad de vino rancio, lo que le aporta un toque de complejidad y un aroma que evoca las festividades tradicionales. Cada año, después del envejecimiento, se vacía la barrica para embotellar el vino y se vuelve a llenar, asegurando que la producción siga el mismo proceso y manteniendo viva la tradición. Pero, además del sabor, el Vino de Todos los Santos destaca por su atractivo contenedor: la botella y la etiqueta están diseñadas especialmente para la ocasión, con un estilo que refuerza el carácter coleccionable de esta edición especial. Cruz explica que la colección lleva más de 20 años en pie, y son muchos los que esperan la festividad para conseguir una nueva botella.
El Vino de Todos los Santos es un vino dulce que producía y distribuía el ya desaparecido Celler de Can Domingo, situado en la calle de Santa Maria de Mataró. El propietario de Can Domingo, antes de cerrar el negocio, quiso ceder el relevo de este producto, por lo que BM Bodegues Monserrat y Can Montserrat han continuado con la tradición de elaborar y distribuir este entrañable producto.
Este vino se pone a la venta desde septiembre hasta la festividad de Todos los Santos, ya que acompaña perfectamente a los panellets y las castañas. Se encuentra en establecimientos de venta de vino y también en pastelerías y otros comercios. Aunque el moscatel se suele tomar a temperatura ambiente, el Vino de Todos los Santos, si está frío de la nevera, resulta aún más delicioso.
El moscatel, el mejor aval de la Castañada
El vino moscatel es un elemento imprescindible en la celebración de la Castañada, un vino dulce y aromático que acompaña perfectamente a los otros productos tradicionales de la fiesta, como los panellets, los boniatos y las castañas asadas. Esta variedad de vino, elaborada con uva moscatel, destaca por sus notas florales y afrutadas, que armonizan con el sabor suave y dulce de los panellets y el toque tostado y terroso de las castañas y los boniatos. A pesar de la popularización de Halloween, con sus disfraces y calabazas, el moscatel sigue siendo un icono de nuestra fiesta otoñal y evoca una tradición arraigada que nos conecta con la tierra, el ciclo de las estaciones y las costumbres de nuestros antepasados.
Las noticias más importantes de Mataró y Maresme, a tu WhatsApp
- Recibe las noticias destacadas a tu móvil y no te pierdas ninguna novedad!
- Entra en este enlace, hiciera clic a seguir y activa la campanilla
Comentarios (1)