Mataró mantiene la tradición de la herradura, el roscón de Sant Antoni

Este viernes, 17 de enero, es San Antonio Abad. De hecho, ya llevamos días con un frío que pela, ya que esta es la ‘Semana de los Barbuts’. La de San Antonio es una celebración popular y ancestral relacionada en la gran mayoría de tradiciones con los animales. Este es el ‘San Antonio de los burros’, como se le conoce popularmente y, al mismo tiempo, la motivación de una fiesta que en Mataró ya solo se puede conjugar en pasado: la de los Tres Tombs. Una fiesta extinguida pero que mantiene uno de los elementos que le eran accesorios y que ahora se han convertido en el último testimonio de la tradición: la herradura, el roscón de San Antonio.

Cuando Mataró celebraba los Tres Tombs, el fin de semana que correspondiera, las pastelerías locales preparaban la herradura para hacerla coincidir con el desfile de animales. Ahora, sin la fiesta, el roscón vuelve al 17 de enero y dicho y hecho: las pastelerías que mantienen la tradición de elaborarlo ya están aceptando encargos para este fin de semana. Sábado 18 y especialmente domingo -el roscón hace domingo- 19 serán los días de celebrar San Antonio con su postre icónico. 

• El roscón de San Antonio no se cierra, dejándole forma de herradura.
• Es tradicional esconder en su interior una figura de un animal, de la misma manera que el de Reyes lleva una figurita de uno de los tres.

Pastelerías que sí, pastelerías que no

Hace solo cuatro años era el propio Ayuntamiento de Mataró el que, en tiempos de Covid, repartió carteles promocionales del roscón como la manera de mantener encendida la llama de los Tres Tombs. Ahora, en el segundo año sin Tres Tombs en la capital del Maresme, la responsabilidad de evocarlos con sus postres recae únicamente sobre los pasteleros. Hay establecimientos como Casa Graupera que ya ha anunciado que este año no los hará, y a mediados de semana había establecimientos que aún dudan, como la Pastelería Mataró.

No es el caso de Sacher, que confirma que hará herraduras para mantener la tradición, de la misma manera que la Pastelería Uñó, la Pastelería Avinguda, la Vienesa o Confitería Garriga. También la Granja Caralt, si se encarga. Seguro que otros establecimientos también se sumarán. 

De hecho, encargar es la recomendación o más bien la petición que hacen los pasteleros a su clientela para asegurar el tiro y que no falte el roscón de herradura en la comida familiar de turno. 

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