En el norte del Maresme, entre la Vallalta y la Tordera y también adentrándose en el Vallès Oriental, el Macizo del Montnegre es el sector más montañoso e indómito de la comarca, y quizás uno de los más desconocidos para buena parte de los maresmencs. Un tesoro para descubrir, que esconde grandes bosques, torrentes caudalosos, ermitas que coronan cerros y algunos de los puntos más elevados de la Cordillera Litoral (y, por lo tanto, vistas privilegiadas).
Los maresmencs, especialmente los mataronins y vecinos de las cercanías, suelen llegar como mucho hasta Burriac o el Corredor cuando hacen salidas a la natura, o se acercan al Montseny cuando quieren salir de su entorno más inmediato y disfrutar de un entorno más montañoso y frondoso. Pero a menudo olvidan el Montnegre, a tocar de casa y lleno de atractivos que hay que reivindicar. Os proponemos varios planes y rutas para descubrirlo vosotros mismos.
La cumbre más alta de la comarca
Con 759 metros, el Cerro de en Vivas preside el Maresme desde el Montnegre
El cerro de en Vivas, con 759 metros, es el punto más elevado del Maresme, aunque no de todo el macizo (este honor recae en el Cerro Gros, en el Vallès, 7 metros más alto). Hay varias rutas que os permiten ascender al cerro maresmenc, pero os recomendamos que sigáis la que proponen desde el blog 'Techos comarcales', que tal y cómo dice su nombre, os explica con todo detalle como llegar a las cumbres más elevados de cada comarca catalana.
La ruta que proponen para el Cerro de en Vivas es circular y parte de Santo Martí del Montnegre, uno de los puntos más visitados del parque natural y desde donde hay unas vistas magníficas del Montseny. Se trata de una ruta circular sin grandes dificultades, de unos 13 kilómetros, que los autores hicieron en poco más de cuatro horas, y que permite llegar hasta 'La telefonista', la torre de vigila que corona el cerro.
El macizo de las ermitas
Las numerosas ermitas son una muestra de la devoción popular arraigada en los siglos
Antes hablábamos de Santo Martí del Montnegre, uno de los emblemas de un macizo que destaca por sus ermitas. Daniel Rangil, experto en folkolore y mitología catalana, ha publicado varios libros en forma de historia oral del territorio que conforma las montañas y valles entre el mar, la Tordera y las rieras de Arenys y Vallgorguina. Como experto en la materia, nos habla de las numerosas ermitas que pueblan el territorio, y que vale mucho la pena explorar.
Rangil elaboró un mapa que geolocalitza todas las ermitas, capillas y otros edificios religiosos que se encuentran en el territorio, algunos en mucho malta sido y abandonados, a pesar de que otros van siendo restaurantes progresivamente. Una muestra, tal y cómo explica el mismo escritor, de la devoción popular, arraigada en los siglos (muchas de las ermitas se remontan a hace doce o trece siglos) y que durante todo este tiempo, con altibajos han marcado la vida social de los "montnegrins".
De paseo por la Vallalta
Proponemos una ruta hasta las Torrenteres, un espacio de vegetación exuberante
Sant Pol de Mar, la villa de largo más bonita y pintoresca del Maresme, también es el punto donde la franja entre el mar y la Cordillera Litoral es más estrecha, donde las ondulaciones del terreno llegan hasta tocar el Mediterráneo. Las casas indianas, los edificios modernistas, las fachadas blancas y las iglesias que se abocan al mar que conforman Sant Pol son un magnífico punto para empezar a explorar la Vallalta, estrechada valle a los contrafuertes del Montnegre con un microclima muy benigno.
La fresa es la reina de este valle, que remonta hasta Arenys de Munt pasando por las pequeñas villas de Sant Iscle y Sant Cebrià de Vallalta. Una excursión muy típica y recomendable de la zona empieza y acaba en esta última villa. Se trata de la ruta hasta las Torrenteres, un espacio húmedo y fresco, de vegetación exhuberant de alto valor ecológico, al que se puede acceder con un camino circular desde Santo Cebrià. Una ruta sencilla, a pesar de que un poco larga, muy indicada y que transcurre mayoritariamente por pistas forestales.
Castillo y murallas a pies del macizo
Bien cerca del Maresme, Hostalric vale mucho la pena una visita
Dejando atrás el Maresme, otra buena puerta de entrada al Parque Natural del Montnegre es Hostalric, una villa que por sí sola ya vale una visita. Su castillo y recinto amurallado son realmente espectaculares, y con el casco antiguo del municipio forman un conjunto bien fotogénico a pies del Macizo, desde su vertiente de la comarca de La Selva. Desde Hostalric salen varias rutas circulares que se adentran en el parque natural, cruzando el río Tordera y adentrándose por rincones como por ejemplo el Valle de Ramió.
Para los que quered quedaros por los entornos del pueblo, la ruta del Parque de las Rieras es muy recomendable. Un itinerario circular de cinco kilómetros transcurre por las huertas de Hostalric, las orillas de la Tordera y de la riera de Arbúcies y el núcleo histórico de la villa. El itinerario combina los elementos del patrimonio fluvial y agrícola con los de cariz histórico como el Molino, la Fragua, la fortaleza de Hostalric, la puerta de Barcelona o las torres y murallas de la villa. Una parte del recorrido resigue el río Tordera, hecho por el cual nos permite disfrutar de la vegetación de ribera.
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