Hablamos de carnavales, que es temporada. "Pero no es la semana que viene?", puede preguntar con razón algún lector de estos que tienen el calendario y la agenda en la cabeza. Y tendrá más razón que un Santo. Carnaval es el próximo fin de semana, jueves lardero es el 24 y el miércoles de ceniza el segundo día de marzo. ¿Por qué hablamos de carnavales, entonces? Por si podéis y queréis ir a alguno de los mejores que se hacen en Cataluña, aprovechando que la Covid los deja recuperar. Para que tengáis días para preparar la salida si queréis escaparos
De carnavales, en Cataluña, hay de todos tipos y colores. Con buena lógica, cada tierra hace su guerra y su carnaval. Quién quiera hacer proselitismo y militancia local, siempre puede quedarse en casa. Pero quien quiera ir a uno de los destacados que apunte, que tiene tres opciones.
Los mejores carnavales de Cataluña
- El Carnaval de Vilanova
- El Carnaval de Sitges
- El Carnaval de Solsona
Tres carnavales muy diferentes, los tres recomendables y calificados de patrimonio festivo catalán, tres carnavales también con sus rituales característicos y tres experiencias para disfrutar también en pareja, familia o grupo de amigos.
Vilanova: Las comparsas y los caramelos… y el ritual más diferente
Empezamos por Vilanova i la Geltrú, que tiene una de las fiestas más distinguidas (incluyendo las mayores e incluso la propia Patum) del calendario catalán. Es un Carnaval histórico por formato, con algunos actos realmente espectaculares y nutridos cómo los coros y las batallas de caramelos pero que merece la pena de adentrarse porque buena parte de la gracia es que mantiene los matices, los detalles, el hechizo de las cosas hechas artesanas, de pueblo, pequeñas.
El acto estrella del Carnaval de Vilanova i la Geltrú, una celebración de etiqueta y música es la celebración de las Comparsas el domingo de Carnaval por la mañana, cuando miles de participantes tiran caramelos en toda la ciudad. Se calcula que pueden participar más de 15.000 personas, con sus danzas y rutinas. Una exhibición, el momento más destacado de una fiesta con actos para toda la familia, aliciente perfecto para ir al Garraf.
- Y si vais a Vilanova, tenéis que comer…El tiempo de carnaval coincide en el calendario con el máximo apogeo del xató, en temporada de xatonades. Quién se piense que calificándolo o limitándolo a "una ensalada" desacreditará el plato es que desconoce cómo militan y que bien que lo pueden hacer, de los detalles y toques a sobre todo la propia salsa, un buen xató por parte de un vilanoví. Sensacional repertorio de restaurantes de gamma diversa donde podremos disfrutar.
Solsona: el burro, los gigantes locos y un carnaval sin disfraces
El Carnaval de Solsona es el más diferente de todos los otros. Para empezar si lo que os encanta de la fiesta es lo disfrazaros de cosas ingeniosas os habéis equivocado si pensáis en la preciosa capital del Solsonès. El Carnaval de Solsona es lo más folclórico y mítico, gracias al corpus de actos, tradiciones e imaginería popular creada ad hoc en la ciudad por 'el maestro'. De Solsona venden las inspiraciones de buena parte de las fiestas de aquí, cómo la idea del Desvetllament Bellugós o la implicación de imágenes en la fiesta carnavalesca.
Manuel Casserres, el mejor artesano creador de figuras que ha habido, en Mataró nos hizo el Drac, l'Águila o arreglados los Gegants pero en su casa fue profeta y nutrió el Carnaval de varias figuras únicas y graciosas, desde los Gigantes locos que voltean golpeando el personal con los brazos móviles (hay una decena) al burro que, mientras todo el mundo canta, se cuelga de arriba del campanario rememorando la misma leyenda que en Vilassar de Mar. Solsona son los grupos vestidos con batas de colorines, desfiles o el miércoles de ceniza. Un compendio sensacional imprescindible si los pequeños y pequeñas de casa, cómo pasa a menudo, son adictos a la cosa de los gigantes.
- Y si vais a Solsona tenéis que comer… Ir a Solsona merece la pena siempre, porque es una de las capitales más guapas de Cataluña. También justo es decir que siempre se saca el vientre de pena de primera. Comer pre-pirenaico, hecho con conocimiento y sin prisas. Un buen tec a la Mare de la Font, uno de sus restaurantes de más llamada y tradición familiar es siempre un buen consejo si vas, si vendes o si pasas.
Los grandes desfiles, el carnaval más brasileño
Si se nos hubiera acudido citar Vilanova i la Geltrú y no Sitges ve a saber si a Enjoy hubiéramos empezado con algún conflicto diplomático. Más allá de la rivalidad que se tienen, sería injusto no reseñar y recomendar un fin de semana completo (y si es alargado a martes mejor) en Sitges por su Carnaval. Es el más brasileño o canónico, en el sentido de desfiles y música y show de los tres que se recomiendan. Los del Ampurdán y la Costa Brava, muchos de los cuales se han aplazado, sería los que se asemejan más.
El Carnaval de Sitges son estos desfiles, magnificados por el atractivo y la vida de visitantes y turismo que ya tiene de por sí la localidad. La fiesta se nota por por todas partes, se vive en diferentes niveles y toma cuerpo con las dos grandes desfiles del programa. Las suyas son los mejores desfiles, este golpe a la orilla del mar. Las de domingo y sobre todo la de martes, del Exterminio, son probablemente los actos carnavalescos más masivos. De su magnitud pueden hablar, para hacernos a la idea, las normas de este año: cada pandilla podrá tener un máximo de 125 participantes y no podrá haber más de 41 carrozas. Multiplicáis e imagináis. Id a Sitges, si podéis!
Y si vais a Sitges tenéis que comer... Si os dicen de comer xató, hacedlo. También es suyo y pueden ofenderse si los decís que leísteis que era de Vilanova. Si queréis variar, es recomendable echar del amplio catálogo comarcal porque volvemos a tener una retahíla de restaurantes de primeras para confiar. El arroz a la sitgetana, que es un tipo de mar y montaña al que saben añadir un toque especial, puede marcar un antes y uno después en vuestro historial de arroces. Ah, y para beber: malvasia. Hace carnaval además, juguetona y generosa. Ya veréis.
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