Capgròs
A diferencia del que pasa en los países del centro de Europa, a España el consumo del agua con gas no cuenta con muchos adeptos y solo llega al 10 % del total. A pesar de esto y que existe un debate sobre si el ácido carbónico que contiene daña el esmalte dental, es mucho mejor y con diferencia que cualquier refresco, por lo cual se postula cómo un sustituto de estos, mucho más saludable.
Entre sus ventajas destacan:
- Hidrata el organismo.
- Sensibiliza las papilas gustatives, y por lo tanto se aprecian más los sabores de los alimentos.
- Facilita las digestiones pesadas.
- Disminuye el riesgo de sufrir dolencias de los huesos.
- Controla el colesterol malo.
- No contiene calorías, a pesar de la creencia que al tener gas, engorda.
- Genera mayor sensación de saciedad, por lo cual puede ser recomendable en dietas de aprimament.
- Aumenta el pH del estómago.
A pesar de las ventajas, a diferencia del agua natural que es buena para todo el mundo, el agua con gas tiene algunas contraindicaciones. Entre ellas:
- Para minimizar el efecto del daño al esmalte de los dientes, puede tomarse el agua a través de una canyeta.
- No se recomienda para personas con reflujo gastroesofàgic o dolencias intestinales, así como aquellos que sufren de colon irritable, de úlceras estomacales o hernias de hiato.
- Es mejor no exceder de dos vasos de agua con las comidas, porque su consumo excesivo podría llenar de gas el tubo digestivo.
- Nunca tiene que ser tomada esta agua como sustituta de la natural, sino complementarla con esta.
A pesar de todo esto y siempre que tengamos en cuenta los límites que se recomiendan, el agua con gas es la segunda bebida más saludable por detrás del agua natural.
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