Si pensamos en los imprescindibles de una de las mejores gastronomías del mundo, la italiana, nos venden al cabo directamente la pasta y la pizza. Hay otra estrella entre los platos italianos que quizás queda en segundo término: la lasanya. Se trata de una combinación entre láminas de pasta, carne, salsa boloñesa, bechamel y queso parmesà. Una auténtica delicia.
El primero que hay que tener a punto es la salsa boloñesa que posaremos entre las capas de pasta. Hay millones de recetas para preparar esta salsa, pero básicamente combina carne picada, ya puede ser de cerdo o de ternera, o combinarlas las dos, óleo de oliva virgen extra, tomate, ajo y cebolla. En algunos casos también se puede posar zanahoria, pimiento verde, un poco de vino blanco y sobre todo una buena combinación de especies. Todo ello muy sofreído, tiene que quedar la salsa perfecta, que además nos puede servir también para regar unos macarrones o unos espaguetis.
De salsa a salsa, porque un golpe tenemos a punto la salsa boloñesa, tendremos que preparar una buena bechamel. Hay muchas maneras de hacerlo, pero una de sencilla y con muy buen resultado es la siguiente: hay que posar unos 50 gramos de mantequilla en un bol e irla calentando a fuego lento. Un golpe tenemos la mantequilla fundida, añadimos dos cucharadas llenas, pero no rebosantes, de harina blanca. Vamos removiendo con mucha paciencia.
Un golpe vemos que queda una demasiada homogénea, vamos añadiendo leche, que puede ser natural o un poco caliente. Un golpe hemos abocado toda la leche que necesitamos porque quede en la textura que queremos, más o menos líquida, continuamos removiendo hasta 10 minutos. Hay que añadir sal al gusto y, si nos gusta, también un poco de nuevo moscada. El secreto es mezclar los ingredientes a fuego lento y con mucha paciencia.
Un golpe tenemos las dos salsas imprescindibles para elaborar una buena lasanya, es momento de preparar la pasta. Hervimos las láminas cómo nos indica el paquete y las dejamos cocidas al dento. Recordamos que después tendrá que pasar un rato al horno. Entonces vamos extendiendo con mucha cura la bechamel a las diferentes capas de pasta y distribuimos a continuación buena parte de la boloñesa. Vamos repitiendo la operación en las diferentes capas, hasta que consideramos que queda una buena medida. Se pueden hacer hasta 5 o 6 capas porque se pueda comer de manera fácil. Al último piso posamos una lámina de pasta y una buena capa de bechamel, evitando que queden espacios vacíos, que pueden quedar secos. Para cubrirlo todo, posamos una buena capa de queso parmesà tachado y algunos pequeños trocitos de mantequilla en lo alto.
Un golpe tenemos todas las capas listas y montadas, posamos la bandeja al horno a 200 grados, habiéndolo preescalfat unos minutos antes. Tenemos en cuenta que todos los ingredientes que posamos están muy cocidos, la dejaremos unos 45 minutos porque quede muy gratinada. Se trata de un plato bastante elaborado, pero vale mucho la pena y ofrece un gran resultado. Para todos aquellos que no coman carne, se puede sustituir sin ningún problema la salsa boloñesa por un sofrito de verduras con tomate. Buen provecho!
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