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Los secretos de una buena morcilla a la brasa

Si queréis hacer una buena morcilla a la brasa deliciosa en casa, no os perdéis los consejos y trucos que os damos para conseguirlo de forma fácil.

Ahora que llega el buen tiempo es el momento ideal para preparar una buena barbacoa con amigos o nuestra familia. Si coméis carne no pueden faltar unas cuántas morcillas, por lo cual os enseñamos una serie de trucos y consejos para poder hacer una morcilla a la brasa para lameros los dedos, puesto que a pesar de que se puede cocinar durante todo el año a la paella, el método de cocción ideal para conseguir el mejor sabor posible es haciéndola a la brasa.

Cómo hacer una buena morcilla a la brasa

Hay que señalar que es importante escoger una buena morcilla, uno de los productos embutidos catalanes por excelencia que proviene del cerdo y en ocasiones está condimentada con sal y pimienta o bien otras especies. También se consume a la costa caribeña y presenta varias variedades cocidas cómo la blanca (hecho de carne magra), la de huevo (típica de la época del Carnaval), la negra (con sangre de cerdo) e inclús hay de las que llevan otros ingredientes cómo trufa, cebolla, piñones y demés.

Para empezar a preparar nuestra propia morcilla solo necesitamos los siguientes ingredientes: morcilla cruda (1 por persona), óleo, sal, pimienta y, de forma opcional, otras hierbas cómo romero. El tiempo de preparación a la brasa es de 10 a 15 minutos, sumándole el que tarde al hacerse al fuego. En cuanto al método para cocinarla de forma adecuada a la brasa, podéis seguir estos pasos:

  1. Antes de empezar es recomendable sacar las morcillas de la nevera para que se templen y no pincharla, puesto que si tiene foradets es más probable que se reseque y pierda parte de sus zumos.
  2. Mientras la morcilla se templa podemos empezar a preparar la barbacoa (de carbón o leña) hasta lograr una buena temperatura.
  3. De forma opcional podemos pintar las morcillas con un poco de óleo (o bien un aliño más cumplido con óleo, sal y pimienta) antes de pasarlas a la brasa.
  4. Llega el momento decisivo de posar las morcillas a la brasa (no directamente sobre la llama para evitar que se quemen y no se cocinen bien) y en este punto el tiempo es muy importante. Puede variar en función del punto al que nos guste la carne y de la potencia de la brasa, pero se suele recomendar unos 5 minutos por cada lado para tener una guía.

Y ya tenemos las morcillas listas! De forma tan sencilla podemos obtener un plato de carne delicioso para comer suelas o bien acompañadas de salsas como allioli, con pan de labrador tostado o pan con tomate y óleo de oliva virgen extra... el que preferimos.

También pueden tener un acompañamiento de patatas asadas o fritas, pimientos (que podemos asar a la propia barbacoa), ensalada o cualquier ingrediente que escogemos para acompañar las morcillas.

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