La producción de vino a nuestro país es realmente variada gracias a que muchos territorios cuentan con las condiciones ideales para poder cultivar uva de diferentes tipos. Vinos blancos, negros y rosados destacan por sus características clave que los diferencian los unos de los otros. Hoy nos centramos al hablar del vino dulce, una variedad de vino que lleva una cantidad de azúcar más elevada que los otros y que se suelen beber para acompañar los postres.
Tipo de vinos dulces naturales
El vino dulce natural se basa al añadir vino dulce a un vino seco o bien mosto de uva para poder mejorar así su contenido en azúcar. Dentro de este grupo se encuentran los Mistela, de los más reconocidos del mundo, que se elaboran siguiendo un proceso de mosto fermentado con alcohol para conseguir un resultado muy dulce y que triunfa en todo el mundo. Se pueden elaborar mistelas compuestas al añadir otros ingredientes cómo hierbas, anís, piel de naranja o clave, entre otros.
También encontramos los vinos "Cream", que vienen de un vino seco generoso que durante un tiempo ha sufrido una crianza oxidativa en bótes de grandes dimensiones. Presentan matices de cata muy peculiares cómo almendras, maderas y pasas. También se pueden clasificar como vinos dulces naturales los "Maestro", que destacan porque al mosto fermentado que contienen se le añade alcohol vínic para conseguir que la fermentación sea muy lenta.
Vinos naturalmente dulces
Por supuesto, también existen otras variedades de vinos que han conseguido su dulzura de forma natural gracias a la uva de la viña en cuestión o bien mediante procesos de secado o congelación un golpe recogido la uva. En general se trata de vinos muy elegantes, con un toque de acidez que sorprende incluso a los paladares más exigentes. Por este motivo están muy muy valorados por los críticos de vino. En esta categoría encontramos los vinos de recolección en viña tardía, un aspecto que hace que se consigan puntos de maduración elevados y concentraciones de azúcar muy altas, dando como resultado vinos redondos y muy sabrosos.
Los "vinos de hielo" pertenecen a esta categoría de vinos naturalmente dulces, puesto que para crearlos se congela la uva y cuando se prensan se obtiene un líquido muy dulce y rico en azúcares. A España podemos encontrar pocos vinos de este tipo, por lo cual destaca especialmente el de "Hielo de Picos de Europa", de la zona de Liébana.
Otro nombre propio que podemos posar sobre la tabla se lo de Pedro Ximénez, un tipo de vinos dulces con un sabor intenso que se realiza a partir de un tipo de uva especial secado previamente al sol antes de empezar a preparar el vino en cuestión. Otras guapas de vinos dulces que podemos recomendar, en este caso catalanes, son el Garnatxa Solera de Mas Lunas, el Vino del Viento, de la Bodega Mas Vicenç, el Étimo Vendimia Tardía Blanco, de la Cooperativa Falset-Marçà o el Avreo Solera 1954, De Mujer, entre otros.
Fuente: catatu
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