La nueva moda de los negacionistes: cuelgan falsas etiquetas señalando restaurantes

Desde que el Tribunal Constitucional ratificó la decisión que se necesitaba enseñar el pasaporte Covid para acceder a bares y restaurantes, la mayoría de usuarios lo ha aceptado de forma casi natural, pero una parte ha decidido no solo posarse en contra, sino también generar malestar en el sector de la restauración que, simplemente, hace el que exigen los gobiernos. La última acción de estos anti-pasaporte es la de colgar etiquetas en algunos restaurantes señalando que son "zona libre" y con el mensaje de "No al pasaporte Covid inconstitucional".

El problema de esto es que puede mandar un mensaje erróneo a los usuarios y pensarse que realmente aquel restaurante o bar está en contra de la exigencia de enseñar el pasaporte Covid, con la mala imagen que esto supone por la mayoría de usuarios que sí creen que es una buena medida de seguridad y, peor, con la posibilidad que agentes de la policía vayan al establecimiento para comprobar si se está siguiendo la normativa o no.

Esto ha pasado, por ejemplo, a La Marineta, un restaurante que pide desde el primer día el pasaporte Covid a todos sus clientes y que se encontró con una enganxina de estas a uno de sus vidrios. Alertados por el Ayuntamiento que esto podía llevar problemas, desde el restaurante lamentan que se siga intentando posar palos a las ruedas a un sector que lo está pasando mal y que sigue de pe a pa las normas para ofrecer seguridad a sus clientes y poder seguir trabajando cómo siempre. Naturalmente, a La Marineta como la práctica mayoría de restaurantes de Mataró , se exige el passsaport para poder comer en el interior, cómo marca la ley y cómo dictaminó el Tribunal Constitucional.

Negacionistes buscando gresca en varios restaurantes

Recientemente algunos grupos de negacionistes han montado el espectáculo a establecimientos y restaurantes que no los dejaban sentar dentro del local sin mostrar el pasaporte Covid. Pasó a la Granja Caralt, donde un grupo de adultos con niños entraron sin mascareta, se sentaron en el interior y pidieron la hoja de reclamaciones. La misma situación vivieron otros establecimientos cómo el Rincón del Jabugo.