Los días de verano han pasado de 90 a 145 (un 61,1 % más) en los últimos 50 años en las principales ciudades españolas, según un estudio del Centro de Política del Suelo y Valoraciones (CPSV) de la Universitat Politècnica de Catalunya – Barcelona Tech (UPC). El dato representa que en relación al que pasaba hace medio siglo, ahora hay dos meses más de días cálidos. En estas ciudades, el incremento mediano de las temperaturas ha subido 3,54 grados centígrados entre el 1971 y el 2022. Según la investigación son de las que registran las anomalías climáticas más acusadas del mundo. Además, las noches tropicales se han incrementado en 18 y han pasado de una media de 45 a 63. El 2022 fue el segundo año más cálido registrado a Europa, con 0,9 grados más de media.
La investigación muestra que la influencia continental se manifiesta principalmente en el aumento de las temperaturas máximas, mientras que a la zona de influencia mediterránea el aumento de las temperaturas mínimas es más acusado (con más efecto en la mortalidad). En cambio, las costas cantábrica y atlántica, así como, sobre todo, las Canarias, presentan incrementos menos pronunciados, por debajo de los 2 grados.
La zona mediterránea, de las más afectadas
Los responsables del estudio señalan que la Mediterránea es considerada uno de los puntos más vulnerables al cambio climático del siglo XXI. La temperatura mediana sobre la Mediterránea tiene un aumento más alto que la media global y es un factor "clave", afirman los miembros del CPSV, para explicar el aumento de las temperaturas a España.
La costa española, que ha experimentado aumentos de más de 2 grados los últimos años, es uno de los puntos calientes del cambio climático dentro del área mediterránea. El aumento de las temperaturas entre el 1971 y el 2022 en las ciudades estudiadas, tanto de día cómo por la noche, es superior a la media mediterránea. Palma de Mallorca y Barcelona (día y noche), Múrcia (día), así como Ciudad Real, Saragossa y Madrid (noche) han registrado las temperaturas más acusadas.
Finalmente, el estudio también ha analizado la evolución de las oleadas de calor diurnas (DHW) y las nocturnas (NHW). Las DHW han pasado de 3, como media anual en el conjunto de las estaciones estudiadas a la década 1971-1980, a 9,4 en el periodo 1981-1990; a 8,8 al de 1991-2000; a 13,7 al de 2001-2010; a 15,8 al de 2011-2020, y a 21,9 a la década 2013-2022.
En cuanto a las NHW, han pasado de 2,7 a la década 1971-1980, a 6,8 (1981-1990); a 8,8 (1991-2000); a 20,7 (2001-2010); a 25,7 (2011-2020), y a 30 a la década 2013-2022. El estudio muestra que el incremento de las NHW es claramente más pronunciado que el de las DHW.
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