Al aire libre: cómo tener cura por unos pies bonitos

Ahora que llega el buen tiempo y los zapatos y xancles abren un nuevo mundo de oportunidades, repasamos qué tenemos que hacer con los pies porque sean bonitos.

Ha llegado su momento. Por fin nuestros pies dejan la cueva de los zapatos cerrados y dicen 'hola' al mundo, dispuestos cómo lo estamos todas - a disfrutar del verano. Nosotros te ayudamos con su puesta a punto, explicándote qué son las curas para pies que no puedes pasar por alto. Hay que decir que, quién haya hecho los deberes durante el resto de año, tendrá el trabajo casi hecho. Pero que no se extienda el pánico, después de leer este artículo habrá pies bonitos y sanos para todas. De hecho, cuidar de ellos no tiene que ser una cosa tediosa, sino que puede convertirse en un momento de relax y placer. Toma nota y no dejes de mimarlos!

Callos, durezas y talones agrietados... son los principales enemigos de unos pies suaves y bonitos en verano. La falta de hidratación, producida por una mayor exposición a factores externos, también puede dañarlos y resecarlos.

Para evitarlo, sigue estos sencillos pasos:

Una vez por semana, exfolia tus pies utilizando un producto específico para su cura. De este modo, conseguirás que la aplicación del resto de productos sea más efectivos. Algunos remedios caseros que también funcionan bien son el zumo de limón y el bicarbonato de sodio.
Empra un raspador o un limón de pedicura para limar las zonas con durezas y los talones.
Puedes introducir tus pies en agua tibia durante unos diez minutos porque las durezas se ablanden y sea más fácil eliminarlas. Eso sí, no olvides secar bien la zona para eliminar la humedad.
Hidrata tus pies diariamente y, una vez por semana, regálalos un tratamiento intensivo con máscaras nutritivas y reparadores. Funcionan muy bien aquellos productos formulados con urea, mantecas y óleos.
Un bonito esmalte de uñas posará el broche de oro a tu rutina de cura.

Otras curas para pies durante el verano

Las altas temperaturas y las largas caminatas, la humedad, el sudor y llevar un calzado inadecuado son factores que pueden provocar otro tipo de problemas que tenemos que tratar durante el verano. Es el caso de los pies cansados, el mal olor o los hongos en las uñas y también hay que tener cura!