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Pasarte horas y horas refrescante las redes sociales puede resultar una actividad estimulante e incluso placiente pero, en realidad, a menudo acaba siendo una pérdida de tiempo y un elemento que puede llegar a distorsionar aspectos relacionados con tu salud mental. No, no están pasando cosas... no está pasando absolutamente nada. Como mínimo nada que merezca la pena a cambio de posar en cuestión tu tranquilidad espiritual. Te tienes que calmar. Nos tenemos que calmar. Hay que luchar contra el conocido FOMO: Miedo de perderse algo. FOMO son las iniciales de fear of missing out. La expresión describe una nueva forma de ansiedad surgida con la popularización del móvil y las redes sociales, una necesidad compulsiva de estar conectados.
Un mal uso de Internet y de las redes sociales, en casos muy extremos, puede comportar ansiedad, depresión, aislamiento, trastornos del sueño… Uno de cada seis jóvenes experimentará un trastorno de ansiedad en algún momento de su vida, y las tasas de ansiedad y depresión en los jóvenes han aumentado un 70 %.
Un estudio hecho a la Gran Bretaña apunta que cuatro de cada cinco jóvenes afirman que el uso de las redes sociales hace que sus sentimientos de ansiedad empeoren. Ver amigos constantemente de vacaciones o disfrutando de las noches, puede hacer que los jóvenes sientan que se están perdiendo cosas mientras que otras disfrutan de la vida. Estos sentimientos pueden promover un "comparar" y un efecto de "desesperación".
Las imágenes a menudo poco realistas que se ofrecen en las redes sociales pueden hacer que los jóvenes tengan sentimientos de autoconsciència, baja autoestima y la investigación del perfeccionismo que se puede manifestar como trastornos de ansiedad.
La mala calidad del sueño crece
Por otro lado, numerosos estudios han demostrado que el uso creciente de redes sociales tiene una asociación significativa con la mala calidad del sueño en los jóvenes. Utilizar las redes sociales a través de teléfonos, ordenadores portátiles y mesitas por la noche antes de dormir también está relacionado con un sueño de mala calidad. Uno de cada cinco jóvenes afirma que se despierta durante la noche para consultar mensajes a las redes sociales, cosa que los lleva a ser tres veces más propensos a sentirse cansados en la escuela.
La imagen corporal es otro problema para muchos jóvenes, tanto hombres cómo mujeres. Hay 10 millones de fotografías nuevas cargadas solo a Facebook cada hora, ofreciendo constantemente las posibilidades de compararse. Un estudio también ha demostrado que las chicas expresaban un deseo más grande para cambiar su apariencia después de pasar tiempo a Facebook.
El acoso cibernético es otro de los factores de riesgo asociados al uso de las redes sociales. Siete de cada diez jóvenes han experimentado ciberassetjament. Estas estadísticas son extremadamente preocupantes por la salud general y el bienestar de las personas.
Los expertos dan consejos sencillos cómo apagar el móvil durante las comidas y siempre al atardecer y durante la noche; también recomiendan que durante las vacaciones desconectamos totalmente las herramientas relacionadas con nuestro puesto de trabajo o el día a día, así como parar la actividad en las redes sociales. Parece fácil, pero probablemente os obligará a luchar contra ciertos tics y sensaciones próximas a la angustia.
Fuentes: Departamento de Enseñanza, San Juan de Dios y sombenestar.com.
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