Con la llegada del invierno, los Bomberos de la Generalitat destacan la importancia de instalar detectores de humo en los hogares para reducir los incendios y las víctimas por inhalación de humo, que se disparan durante esta temporada. Los meses de octubre a diciembre ven un aumento de los incendios urbanos, principalmente en edificios residenciales, atribuido al uso más intensivo de sistemas de calefacción.
El riesgo de incendio aumenta especialmente con el uso de hogares de fuego y aparatos eléctricos en espacios poco ventilados. Desafortunadamente, estos incidentes a menudo provocan heridos e incluso muertos por inhalación de humo. Para combatir este problema, los Bomberos destacan la necesidad de instalar detectores de humo, puesto que estos pueden alertar de manera rápida y efectiva sobre la presencia de humo en una fase inicial de un incendio.
Los detectores de humo son dispositivos sencillos que emiten una alarma acústica al detectar humo, permitiendo una acción inmediata. Los Bomberos de Barcelona han relançat la campaña "En casa un detector de humos salva vidas" para fomentar la instalación de estos aparatos a los hogares. Estos dispositivos se pueden adquirir a ferreterías por unos 10 o 15 euros, una inversión que, según los Bomberos, puede reducir a la mitad el riesgo de víctimas en caso de incendio.
La muerte por inhalación de humo a menudo acontece cuando las ventanas permanecen cerradas por el frío y las viviendas no se ventilan adecuadamente, aumentando el riesgo de acumulación de gases por malas combustiones o escapes. Además de los detectores de humo, los detectores de gas también son recomendados por los Bomberos para prevenir incidentes relacionados con la calefacción y otros aparatos.
Dónde y cómo instalar los detectores de humo
La instalación es sencilla y no requiere obras, excepto si funciona con corriente eléctrica, en que un profesional se tiene que encargar. Se tiene que colocar al techo, preferiblemente en el centro del aposento y además de 15 cm de las paredes. Recomendable a los pasillos o distribuidores de acceso a las habitaciones. Si se usa un aparato de calefacción al dormitorio, se sugiere instalar uno aquí. No se tiene que colocar a la cocina, al lavabo o cerca de aparatos calentadores para evitar falsas alarmas causadas por el vapor o los humos de la cocina. Los detectores de humo se pueden adquirir a cualquier ferretería o gran almacén por un precio que oscila entre los 10 y 15 euros. Su mantenimiento es sencillo, con la verificación periódica de la alarma acústica y el cambio de la pila al menos un golpe al año, según las especificaciones del fabricante.
Con estas simples precauciones y la instalación de un detector de humo a casa, podemos contribuir a la seguridad de nuestra vivienda y prevenir incidentes graves relacionados con incendios e inhalación de humo.
Fuente: ccma.cat/324
Comentarios