Quiero adelgazarme? Pues controlo la grasa de la dieta. Esta relación que a menudo se ha establecido como lógica y razonable si nuestra intención es perder unos kilos, podría no ser del todo acertada si escuchamos la voz de los expertos en la materia. Tradicionalmente se ha asociado la grasa a la obesidad y a las dolencias coronarias. Ahora, cada vez más, aparecen voces críticas que absuelven la grasa en detrimento del azúcar. "Yo no diría que uno es bueno y el otro es malo. Los dos tienen que estar a la alimentación", dice la doctora Mònica Montserrat, coordinadora de la unidad de dietética y nutrición clínica del Hospital de Bellvitge, en un artículo para el diario Ahora sobre los falsos mitos de la alimentación.
Esta pieza de la Ahora explica algunos aspectos interesantes que detallamos a continuación: Según las recomendaciones de la OMS, del 100 % del que comemos, un 55 % tienen que ser hidratos de carbono, y de estos, un 5 % de azúcar rápido. "No se tiene que abusar, pero tampoco estigmatizarlo", asegura Montserrat, que añade que "con moderación y con poca cantidad no hacen daño".
En cuanto a las grasas, tampoco los podemos eliminar de nuestra dieta. "No tenemos que suprimir ningún tipo de grasa, incluso necesitamos la grasa de origen animal, a pesar de que en porciones mucho más pequeñas", dice la doctora, que recomienda tomar colesterol -por ejemplo el del salmón-, puesto que si hacemos una dieta exenta de grasa "el hígado empezará a fabricar 'descontroladament', porque nuestra función vital requiere un poco de grasa diaria".
Otra de las tendencias que se está imponiendo es la de no mezclar alimentos con la creencia que esto puede ayudar a perder pes. "Tenemos que pensar que no hay ningún alimento que esté en estado puro, la natura nos los da con los nutrientes mezclados, por lo tanto, ya solo por este criterio, no tiene ningún sentido", dice Montserrat, que también lamenta que hay gente que ingiere demasiada fibra: "Puede comportar un déficit de minerales y vitaminas".
Por otro lado, en personas que siguen dietas hipocalòriques es habitual la creencia que la fruta se tiene que comer antes de las comidas porque así engorda menos. Mònica Montserrat lo desmiente: "Hay una realidad y es que la fruta lleva fructosa, que es un tipo de azúcar que va asociado a la fibra que lleva la misma fruta. Por lo tanto, la absorción del azúcar es lenta, porque la fibra lo retarda. Fermentará igual antes, durando o después de la comida principal y es necesario que fermente, porque alimenta nuestra microbiota intestinal, que se nutre de la fermentación de los alimentos".
Fuente: ara.cat.
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