El Departamento de Salud ha lanzado una nueva acción dentro de la campaña "Pastillas, solo las necesarias" para fomentar la reducción del uso inadecuado de medicamentos, especialmente en personas polimedicades y con criterios de fragilidad. Esta quinta acción posa el foco en la hipercolesterolèmia, un aumento de los niveles de colesterol en sangre que incrementa el riesgo de sufrir dolencias cardiovasculares.
El objetivo es sensibilizar la población sobre la importancia de adoptar un estilo de vida saludable para controlar los niveles de colesterol sin necesidad de recurrir a tratamientos farmacológicos, excepto en casos estrictamente necesarios.
Hábitos saludables para reducir el colesterol
Los especialistas recuerdan que en muchos casos se pueden mantener unos niveles adecuados de colesterol con cambios en la dieta y la práctica de ejercicio físico regular. Entre las recomendaciones principales se encuentran:
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Seguir una alimentación basada en la dieta mediterránea.
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Consumir alimentos ricos en grasas saludables, como óleo de oliva virgen extra, aguacates, frutos secos y pez azul.
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Moderar el consumo de grasas saturadas y evitar alimentos procesados.
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Hacer al menos 30 minutos de actividad física diaria cinco días a la semana.
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Mantener unos buenos niveles de vitamina D con la exposición solar moderada.
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Evitar el tabaco y reducir el consumo de alcohol.
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Controlar el peso corporal.
Cuando es necesario el tratamiento farmacológico?
A pesar de que la adopción de estos hábitos es suficiente para muchas personas, en algunos casos se puede requerir tratamiento con hipolipemiants, especialmente estatines. Estos fármacos se prescriben principalmente a personas menores de 80 años con riesgo cardiovascular elevado o que han sufrido episodios de infarto o ictus.
Es esencial seguir siempre la pauta indicada por el profesional sanitario y tomar la medicación correctamente para garantizar la eficacia y seguridad.
Consideraciones para pacientes frágiles
Los expertos alertan que en personas frágiles, envejecidas y polimedicades no siempre está justificado el uso de estos medicamentos, puesto que no hay evidencia clara de su beneficio en estos casos y pueden presentar más riesgos que ventajas. Actualmente, a Cataluña se han identificado más de 33.000 pacientes frágiles con tratamiento con estatines, un 35% de los cuales en prevención primaria. Por este motivo, se recomienda una revisión individualizada del tratamiento para evitar interacciones farmacológicas y efectos adversos innecesarios.
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