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Europa lanza una ofensiva contra la contaminación por los microplásticos, y esta vez, el objetivo son los campos de césped artificial. Esta decisión de la Comisión Europea tiene un impacto significativo en el mundo del deporte, especialmente en deportes cómo el fútbol, el hockey hierba y el pàdel.
Los campos de césped artificial actuales, que se convirtieron en una solución popular para mejorar las instalaciones deportivas, están siendo ahora señalados como fuentes de contaminación ambiental. Estos campos contienen microplásticos cómo el polietileno, el poliuretano y el látex, los cuales se han demostrado que pueden tener efectos nocivos para la salud humana. Esto es particularmente preocupante en los campos situados cerca de ríos y mares, puesto que los microplásticos pueden llegar al agua y causar daños ecológicos y afectar la vida marina.
Para abordar este problema, Europa ha fijado un plazo de unos ocho años para eliminar todos los campos de césped artificial que contengan microplásticos. Esto significa que los clubes de deportes tendrán que reinventar sus superficies de juego. La transición será un reto, puesto que las alternativas cómo el césped natural son costosas y no son viables en muchos casos, especialmente en regiones con problemas de sequía recurrentes.
El fútbol, que es uno de los deportes más populares y practicados a Europa, será uno de los más afectados por esta nueva regulación. Muchos campos de fútbol, desde las categorías inferiores hasta los equipos profesionales, se han adaptado al césped artificial en los últimos años. Este cambio obligará los clubes y las organizaciones deportivas a buscar alternativas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente para sus campos de juego.
Además del fútbol, otros deportes cómo el hockey hierba y el pádel también tendrán que repensar sus superficies y encontrar maneras de adecuarse en esta nueva realidad. Esta prohibición forma parte del compromiso de la Unión Europea con la protección del medio ambiente y la salud humana, y representa un paso significativo hacia la reducción de la contaminación por microplásticos.
Oportunidad para la innovación
A pesar de que la prohibición plantea retos importantes para los acontecimientos deportivos y las organizaciones, puede ser una oportunidad para la innovación y la investigación de soluciones más sostenibles que, a largo plazo, beneficien tanto los deportistas cómo el medio ambiente. Europa ha decidido que es hora de posar fin a los campos de césped artificial contaminantes, y ahora toca encontrar el camino hacia una práctica deportiva más respetuosa con el planeta.
Fuente: ccma.cat/esport3
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