Capgròs
El Consejo de Ministros ha aprobado el proyecto de ley de prevención del consumo de alcohol por parte de los menores, que entre otras cosas prohíbe la publicidad de alcohol en un radio de 150 metros de los centros educativos, sanitarios, de servicios sociales y parques infantiles. Esta prohibición entrará en vigor un año después de la aprobación de la ley en el Congreso e incluye las bebidas "sin alcohol", pero no afectará las situaciones anteriores a la aprobación de la ley ni la publicidad de bebidas fermentadas de menos de 0,5% de alcohol como la kombucha. La edad media de inicio del consumo es de 14 años, y el 93% de los adolescentes entre 14 y 18 años consideran fácil o muy fácil conseguir alcohol.
Según la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES), el 75,9% de los estudiantes de 14 a 18 años han consumido alcohol alguna vez, el 73,6% en el último año y el 56,6% en el último mes.
La iniciativa del Ministerio de Sanidad –que ya se aprobó como anteproyecto el 30 de julio- prohíbe completamente el consumo de alcohol por parte de todos en los centros de educación infantil, primaria, secundaria, bachillerato, formación profesional y enseñanzas especiales, así como en los centros de protección de menores y residencias de estudiantes donde haya menores de edad y centros deportivos o de ocio cuando haya sesiones para menores.
La ley también prohíbe la venta ambulante y sin licencia administrativa en la vía pública, y establece que las máquinas expendedoras de bebidas incorporen mecanismos técnicos eficientes, "con vigilancia y custodia directa" que permitan impedir su adquisición por parte de menores.
Además, estas máquinas no se podrán instalar en la vía pública ni en lugares donde esté prohibida la venta o consumo de bebidas alcohólicas.
Según el texto, la exposición y acceso a las bebidas alcohólicas en los establecimientos de autoservicio se deberá limitar a un espacio concreto dentro del propio local que esté separado de los espacios con productos específicamente destinados a los menores.
Los establecimientos que se dediquen mayoritariamente a la venta de productos para menores de edad no podrán vender bebidas alcohólicas ni otros productos que las imiten.
La publicidad
La ley también prohíbe explícitamente cualquier forma directa, indirecta o encubierta de publicidad de bebidas alcohólicas, incluyendo el nombre comercial o símbolos de marcas, dirigida a menores de edad.
Además, en la publicidad de bebidas alcohólicas no se podrá utilizar la imagen ni la voz de personas de menos de 21 años, ni tampoco de personajes públicos populares entre los menores, ni argumentos visuales o tipografías vinculadas a la cultura juvenil.
La educación
Además, el texto establece la creación de programas para concienciar a las familias sobre los riesgos del alcohol y dotarlas de herramientas para prevenir su consumo en menores, con especial atención a familias en riesgo de exclusión social o con menores afectados por el consumo de alcohol.
En el ámbito educativo, se crearán nuevos contenidos sobre prevención del consumo de alcohol en los planes de estudio de primaria, secundaria, formación profesional, bachillerato y en la formación del profesorado.
Además, el texto habilita a las administraciones para limitar la apertura de nuevos establecimientos en función de la concentración de puntos de venta de alcohol cerca de centros escolares o de protección de menores.
Las sanciones
En cuanto a multas, las sanciones impuestas a menores por infracciones leves relacionadas con el consumo de alcohol podrán ser sustituidas por la participación en programas de sensibilización. Además, los servicios de urgencias harán una evaluación integral a los menores atendidos por intoxicación etílica, y esta evaluación implicará a los padres o tutores cuando el menor tenga menos de 16 años.
También en el ámbito sociosanitario se desarrollarán protocolos para detectar el consumo de alcohol en menores, se incluirán registros de consumo en la historia clínica y se promoverán actividades de educación para la salud en centros sanitarios, educativos y de protección.
La ley también crea el marco que permitirá que se realicen pruebas de alcoholemia en lugares y circunstancias específicas donde el consumo de alcohol esté prohibido, utilizando métodos no invasivos como el etilómetro.
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