Después de la pandemia de la COVID-19, los hábitos de consumo relacionados con la salud han experimentado un cambio significativo, especialmente en el mercado de las vitaminas y suplementos. Durante los meses más duros de la pandemia, muchas personas invirtieron en productos diseñados para mejorar el estado de ánimo, el apoyo mental y la inmunidad. Sin embargo, a medida que la situación sanitaria se ha estabilizado, estas categorías han empezado a perder fuerza.
Según datos recientes, la demanda de vitaminas y suplementos específicos por la inmunidad ha caído más de cinco puntos porcentuales desde el 2020. Esto se debe, en parte, al hecho que muchos de estos productos estaban ligados a la preocupación por la COVID-19, en lugar otras dolencias, como la gripe. Aun así, los consumidores no han dejado de cuidarse: un 75% de los que habían comprado productos para la inmunidad ahora optan por vitaminas y minerales básicos, como la vitamina B y el magnesio, que son más asequibles.
Este cambio refleja una mayor educación de los consumidores en cuanto a la salud. Muchos han entendido que las vitaminas y multivitamines tradicionales pueden ofrecer beneficios similares a los de los suplementos más caros específicos para la inmunidad. Las marcas tendrían que educar los consumidores sobre los beneficios concretos de las fórmulas especiales o ampliar su oferta para incluir más vitaminas y minerales individuales.
Otro cambio destacable es la caída del consumo de medicamentos para resfriados, tos y gripe, que ha bajado un 5,4%, a pesar de una temporada de gripe más intensa. Esta tendencia afecta casi todas las franjas de edad, excepto la Generación Z, que ha incrementado su gasto en estos productos en más de un 6%. Este colectivo, según los datos, tiene más probabilidades de sufrir problemas respiratorios, como el asma, y también tiende a asumir más riesgos relacionados con la COVID-19. Por lo tanto, las marcas tendrían que explorar como pueden abordar mejor las necesidades de este grupo.
Estas tendencias reflejan como la percepción y la gestión de la salud evolucionan constantemente y como las marcas tienen que adaptarse a un consumidor más informado y consciente de sus hábitos de consumo.
Comentarios