El gas radón es un gas radioactivo que se produce en el suelo de manera natural, al desintegrarse el uranio que contienen algunas rocas, como las de granito y pizarra, entre otras. Es un gas incoloro, insípido y sin olor, por lo que pasa completamente desapercibido. La exposición a este gas se considera un problema de salud pública, ya que según la OMS, entre un 3 y un 14% de los casos de cáncer de pulmón son atribuibles al radón residencial. Sería, así, la segunda causa de este tumor, y la primera en personas no fumadoras.
El Maresme se encuentra en una de las áreas de Cataluña con mayor riesgo de concentración de radón, según el Consejo de Seguridad Nuclear. Uno de sus municipios, El Masnou, ha comenzado a medir la presencia de este gas en una decena de equipamientos municipales, con el apoyo de la Diputación de Barcelona. El Masnou ha sido el primer municipio de la provincia que ha solicitado al ente provincial que se realice un estudio de concentración de gas radón. El estudio, según ha señalado su Ayuntamiento, ha detectado niveles superiores a los de referencia en dos de estos equipamientos. El consistorio ya está aplicando medidas correctoras.
En total, se colocaron 122 detectores en diferentes salas y espacios de estos edificios durante el invierno. Se trata del Casal de la Gent Gran Can Mandri, la Escuela Infantil Municipal Sol Solet, el Complejo Deportivo Municipal Casa del Marqués, la Escuela Francesc Ferrer i Guàrdia, el Mercado Municipal, la Escuela Marinada, el Espacio Escénico Ca n’Humet, la Comisaría de la Policía Local de El Masnou y la Escuela Infantil Municipal la Barqueta.
Del total de sensores, solo dos han dado resultados superiores al nivel de referencia de la media anual (300 Bq/m³). Son el vestuario de los trabajadores del Complejo Deportivo Municipal (512 Bq/m³), situado en un sótano del pabellón más antiguo del equipamiento, y un despacho del Casal de la Gent Gran Can Mandri (414 Bq/m³).
Como medidas preventivas, el sótano del Complejo Deportivo afectado dejará de utilizarse hasta que no se ejecute la intervención recomendada por el mismo estudio, que dictamina que nadie debería estar más de 50 horas al año en esta sala. La medida correctora propuesta es excavar una arqueta bajo el suelo del sótano, en contacto con el subsuelo y permeable a los gases. La solución que se propone para el despacho del Casal de la Gent Gran es ventilar a menudo el espacio, aprovechando que tiene ventanas, o instalar un sistema de renovación del aire que garantice la sobrepresión en la sala.
En el año 2017 se elaboró el mapa del potencial del radón en España por parte del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN, 2017) como una de las herramientas del Plan nacional de actuación contra el radón. Casi toda la comarca del Maresme es una de las zonas que el CSN ha declarado de actuación prioritaria. Son los territorios del Estado español en los que, por sus características geológicas, tienen mayor riesgo de concentración de radón y es más probable encontrar edificios con niveles elevados de este gas.
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