El adelanto en el tratamiento del VIH es una historia de éxito en el ámbito médico, pero todavía queda un largo camino para conseguir la cura definitiva. Uno de los principales retos es el reservorio viral, es decir, la cantidad de virus que se mantiene latente en el cuerpo a pesar de la terapia con antirretrovirales. Esta persistencia del virus impide la completa erradicación de la infección y supone un obstáculo crucial en la lucha contra el sida.
Un estudio reciente liderado por IrsiCaixa, publicado a Journal of Clinical Investigation, ha analizado los datos de cerca de 900 pacientes y ha identificado factores clave que podrían acercarnos a la curación. La investigación ha demostrado que el reservorio viral es hasta cuatro veces menor en personas que iniciaron el tratamiento a partir del 2007. Esta disminución se debe tanto a la efectividad de los nuevos fármacos como el inicio precoz de la terapia, según la viróloga Maria Salgado, una de las autoras del estudio.
Nuevos tratamientos, un punto de inflexión
El 2007 marcó un antes y uno después en la gestión del VIH. Con la introducción de los inhibidores de la integrasa, un grupo de fármacos que impiden la integración del virus en el ADN de las células, se consiguió una reducción significativa del reservorio. Este adelanto se complementó con nuevas guías clínicas que recomendaban empezar el tratamiento inmediatamente después del diagnóstico.
Maria Salgado explica que "los pacientes que se empezaron a tratar después de 2007 tienen un reservorio mucho más bajo, y esto se debe, en gran parte, a la combinación de estos nuevos fármacos con una detección e intervención precoz". Hoy en día, casi todos los tratamientos de primera línea incluyen inhibidores de la integrasa, excepto en casos excepcionales.
Un sistema inmunitario más fuerte
Además de reducir el reservorio viral, el tratamiento precoz también contribuye a mantener un sistema inmunitario más robusto. Según Salgado, los pacientes tratados recientemente tienen un mejor recuento de linfocitos CD4, una medida crucial para determinar el estado del sistema inmunitario. Este nivel más alto de CD4 reduce el riesgo de complicaciones y ayuda a controlar mejor la infección.
"Es muy importante mantener el sistema inmunológico en buen estado porque esto está directamente asociado a un menor reservorio", destaca la viróloga.
Hacia la curación
La reducción del reservorio viral no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también representa una esperanza para una futura curación. "Cuando tengamos terapias más próximas a la cura, funcionarán mejor en personas con un reservorio menor", señala Salgado. Esto subraya la necesidad de iniciar el tratamiento cuanto antes mejor.
Para avanzar en esta dirección, los profesionales de la salud recomiendan intensificar las pruebas de detección, especialmente entre poblaciones de riesgo. Diagnosticar el VIH precozmente permite iniciar la terapia antes, cosa que reduce el reservorio y mejora la respuesta inmunitaria.
Una gestión más efectiva
Los adelantos en la terapia del VIH no solo son más efectivos, sino también más fáciles de seguir para los pacientes. Esta accesibilidad mejora la adherencia al tratamiento y, por lo tanto, contribuye a un mejor control de la infección.
En definitiva, la combinación de nuevos fármacos y el inicio precoz del tratamiento está cambiando la perspectiva sobre el VIH, acercándonos a una potencial curación y mejorando la calidad de vida de los afectados.
Font: 3cat.cat
Las noticias más importantes de Mataró y Maresme, a tu WhatsApp
- Recibe las noticias destacadas a tu móvil y no te pierdas ninguna novedad!
- Entra en este enlace, haz clic a seguir y activa la campanilla
Comentarios