Los pacientes de fibromiàlgia sufren disfunción cognitiva

Los enfermos de fibromiàlgia sufren una disfunción cognitiva que equivale a unos 20 años de envejecimiento. Este es el principal resultado de la revisión bibliográfica del estudio 'La Clínica del Síndrome de Fibromiàlgia: Análisis desde una Perspectiva de Género', impulsado desde el Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Tarragona (CODITA). La enfermera de este organismo, Ilga Ruschak, ha investigado como viven los hombres y las mujeres el dolor causado por esta dolencia y las afectaciones que tienen en su salud. La investigación también muestra que estos pacientes tienen una memoria de trabajo "más pobre" si se compara con personas sanas, mientras que su memoria a corto y largo plazo "parece estar deteriorada".

Desde el CODITA recuerdan que el síndrome de fibromiàlgia es una dolencia de origen desconocido que se caracteriza por dolor crónico, fatiga, trastorno del sueño, ansiedad, depresión y deterioro funcional y cognitivo. Como mínimo afecta un 5% de la población mundial y la prevalencia es mayoritariamente en mujeres, con un 80-96% de los casos. Además, la edad mediana de diagnóstico varía entre los 35-50 años, a pesar de que la patología también se manifiesta en niños y adolescentes -entre el 1,2 y el 6%.

Según Ruschak, se han identificado casos que se inician después de procesos agudos o desencadenantes ambientales, cómo por ejemplo, una infección, un accidente traumático, una cirugía, la muerte de un ser querido, una agresión, una actividad anómala del sistema neuroendocrino, problemas laborales, entre otros. En la revisión hecha, también se ha observado que tanto la percepción subjetiva como el dolor generalizado son más elevados en las mujeres.

Los hombres, en cambio, tienen un impacto peor de la patología y más experiencias dolorosas. De hecho, la investigadora indica que los hombres describen el dolor cómo localizado (no generalizado), como muy irregular y que los provoca mucha incertidumbre, cosa que los dificulta poder hacer planificaciones a corto y largo plazo.

"Hemos detectado que la situación laboral y las actividades, entre otros factores contextuales, influyen en las experiencias de dolor y fatiga de los hombres, pero no tanto en las mujeres, donde también pasa, pero menos, básicamente porque las mujeres del estudio eran más grandes y estaban jubiladas o bien trabajaban en casa", ha señalado Ruschak.

Tratamiento de la fibromiàlgia

En cuanto al tratamiento, este no es curativo y ha demostrado "poca respuesta por parte de los usuarios". El principal objetivo es paliar las manifestaciones clínicas y mejorar la calidad de vida de la persona, puesto que se ha comprobado que esta es "significativamente peor" que la de los enfermos de otras patologías crónicas cómo son la diabetes tipo I, la dolencia pulmonar obstructiva crónica o la artrosi.

Desde el colegio indican que los fármacos más utilizados son los antidepresivos y ansiolítics (86,9%), seguidos de antiinflamatoris no esteroidals (82,6%) y opioides (60,9%). A la vez, subrayan que se ha detectado que el consumo de opioides provoca somnolencia y dependencia, síntomas no deseados que dificultan a los pacientes la realización de actividades básicas de la vida diaria.

"Potenciar las medidas no farmacológicas cómo la psicoterapia individual o grupal, masajes, fitoterapia, ejercicio, acupuntura, terapia termal, etc. son, sin lugar a dudas, las más eficaces, puesto que se estimulan regiones cerebrales implicadas en la inhibición del dolor, ayudan a coger el sueño y disminuyen la rigidez muscular, la fatiga, la ansiedad y la depresión", ha cerrado la enfermera.