La Fundación Lo Maresme comienza una nueva etapa con la aprobación de su Marco Estratégico 2028, un documento que define su visión y objetivos para los próximos cinco años. Con 58 años de historia a sus espaldas, la entidad se consolida cómo una pieza clave en la respuesta a las necesidades emergentes de la sociedad actual. Tres pilares fundamentales guiarán esta nueva fase: la calidad técnica en la atención, un territorio auténticamente inclusivo y la garantía de la triple sostenibilidad de la entidad.
Albert Vidal, gerente de la Fundación, destaca la construcción colectiva de este nuevo marco, con la participación de más de 200 personas de perfiles diversos. El resultado: tres pilares que marcarán el horizonte de los próximos cinco años.
- Mejora de la calidad en la atención a las personas usuarias, con tecnología y digitalización.
- Construcción de un territorio auténticamente inclusivo. trabajando activamente para asegurar que ningún sector quede excluido de la inclusión social.
- La triple sostenibilidad, aborda los aspectos económicos, ambientales y sociales. La Fundación se compromete a cuidar del planeta y reconocer la tarea de las personas que colaboran.
Hace falta más reconocimiento
Sin embargo, el reconocimiento social de la tarea de acompañar las personas vulnerables se presenta cómo uno de los retos más importantes. Vidal destaca la necesidad de retribuciones justas a los profesionales, considerándolas cómo una inversión en la calidad de los servicios. La Fundación reconoce la carencia de reconocimiento social en ámbitos cómo el apoyo a personas grandes, con Alzheimer o discapacitado. Esta carencia de reconocimiento se refleja también en las retribuciones de los profesionales, una situación que requiere la atención y apoyo de la administración pública. Albert Vidal, gerente de la Fundación, admite que en la actualidad los gajes por este personal están "cerca del umbral de la indignitat". Este será un caballo de batalla por la Fundación y todo el tercer sector.
Con un espíritu de constante evolución, la Fundación se prepara para abordar nuevos retos, cómo la atención a la salud mental y la discapacidad intelectual. La intercooperació con otras entidades, tanto del sector social cómo empresarial, se presenta cómo una estrategia clave para hacer frente a los desafíos que se presentan.
La Fundación Lo Maresme continúa andando de forma colectiva y el resultado de la diagnosis será la base sobre la cual la Entidad avanzará al dar respuesta a las nuevas necesidades emergentes: el incremento de la problemática vinculada a la salud mental, el envejecimiento de la población y, en especial, de las personas con discapacitado, el incremento en la demanda en el ámbito de la atención precoz, el poco reconocimiento social y económico del ámbito social y, en especial, del acompañamiento y atención a personas en situación de vulnerabilidad, y la crisis climática y energética, entre otros.
La calidad técnica en la atención, la cura y bienestar de las personas trabajadoras, la intercooperació y territorio, la gestión organizativa en un entorno complejo, la incidencia y sensibilización son los 5 esos estratégicos que guiarán la Entidad los próximos 5 años.
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