La venta de antidepresivos los últimos dos años de pandemia no ha parado de crecer y las farmacias han vendido un 10 % más de fármacos por la depresión y un 8 % más de ansiolítics. La crisis de la covid ha disparado el número de depresiones y cuadros de ansiedad pero los expertos apuntan que la tendencia ya hace tiempo que va a la alza. Según la Federación de Asociaciones de Farmacia, el 2021 se recetaron 52.950 antidepresivos y 61.918 ansiolítics. No es de extrañar que el estado español lidere el ranking mundial en consumo de estos psicofàrmacs.
Los más de dos años de pandemia y un sistema de salud que medicalitza el malestar emocional están detrás de este aumento. El presidente del Consejo Asesor de Salud Mental y Adicciones del departamento de Salud, el doctor Víctor Pérez, explica, en declaraciones a Catalunya Ràdio, que tenemos una sociedad que no gestiona bien el sufrimiento porque nos han educado para estar siempre bien y ser felices.
Un reciente estudio publicado a la revista "The Lancet", Sección de Psiquiatría, señala que las condiciones de vida derivadas de la pandemia que incluían el confinamiento, cambios en las rutinas diarias, transformación de la vida social por el aislamiento y distancia física, pérdida de libertad, preocupación por temas de salud y económicos, entre otras consecuencias, han contribuido a un impacto perjudicial en la salud mental de la población.
Es evidente que la pandemia ha impactado en la vida y en la salud de las personas en todo el mundo. Esto no solo afecta en el área física, sino que también tiene importantes repercusiones por factores estressants psicosociales por periodos prolongados de contacto interpersonal limitado, aislamiento, miedo a la dolencia, preocupación financiera e incertidumbre futura.
En relación con las personas con dolor crónico, la pandemia también ha tenido un impacto. Estudios señalan que la disminución de la movilidad al reducir la actividad física que habitualmente estaba incluida dentro de la jornada de actividades semanales (asistencia a gimnasios y piscinas), reduce el estado de salud general.
A España, un estudio sobre las consecuencias psicológicas de la Covid-19 realizado por un grupo de investigadores de varias universidades señala datos importantes de la pandemia y el confinamiento, que se mencionan a continuación:
- Aumento del malestar psicológico de la población. Específicamente, sentimientos de incertidumbre, preocupación para sufrir una dolencia grave o para perder a los seres queridos.
- Mayor visión negativa del futuro y aumento de los sentimientos de desesperanza y la sensación de soledad.
- Mayor prevalencia de problemas físicos o agravación de los síntomas ya existentes.
- Alteración de los hábitos saludables, reduciendo actividades de ejercicio físico, peores hábitos de alimentación, aumento del uso de las redes sociales, de la televisión y de los videojuegos.
Fuentes: teknon.es y CCMA.
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