El Ministerio de Transportes y Movilidad del gobierno español y la Consejería de Territorio de la Generalitat han llegado a un acuerdo para iniciar la tramitación administrativa y económica de la pacificación de la N-II y la permeabilidad de la autovía C-32 en el Maresme. Así lo han anunciado el secretario de Estado del Ministerio, David Lucas, y la consejera de Territorio, Ester Capella, en la celebración del 175 aniversario del primer ferrocarril de la península Ibérica entre Barcelona y Mataró. También se ha acordado el convenio para los intercambiadores ferroviarios de Renfe y FGC en Sant Cugat del Vallès.
Capella ha dicho que ambos convenios son muy importantes. El del Maresme es una larga reivindicación de los alcaldes de la comarca y una "deuda histórica" del Estado. Para la consejera, el convenio para la N-II y la C-32 servirá para que la N-II tenga menos tráfico privado y más espacio para ciclistas, peatones y transporte público, convirtiéndola en un "eje cívico".
"Hemos llegado a un acuerdo para hacer realidad unos convenios que permitirán mejorar la movilidad en el conjunto de la comarca del Maresme, donde el ferrocarril también estará presente, y potenciar el servicio del tren y la conectividad del Vallès Occidental", ha asegurado Lucas. "Cuando se colabora, se avanza", ha afirmado.
Lucas ha aprovechado el acto del 175 aniversario para explicar que "a mediados de 2023 se han superado los 1.150 millones de euros de ejecución en el Plan de Cercanías, el 33% de la inversión total prevista para 2020-2025, con más de 160 actuaciones en marcha. Entre ellas destacan la duplicación de la línea R-3, actualmente en ejecución; la compra de 101 nuevos trenes; o la instalación de nuevos sistemas de señalización más seguros".
El convenio del Maresme cuenta con una inversión prevista de 384 millones de euros. Consistirá en acciones para mejorar la conectividad de la C-32 y el entorno, con la ejecución de nuevos enlaces y la mejora de las conexiones con la N-II y el resto de la red viaria local; la pacificación de la N-II y nueva infraestructura para la movilidad no motorizada en el Maresme, incluyendo el despliegue de carriles bici entre diversas poblaciones; acciones en el corredor vial para mejorar la permeabilidad transversal, la integración territorial y las infraestructuras de transporte público con actuaciones como la construcción de barreras acústicas en la C-32, carriles bus y otras acciones para priorizar el transporte público.
También se prevén acciones de descarbonización y digitalización del corredor, favoreciendo la eficiencia energética y la reducción de los impactos ambientales; la mejora de la movilidad del corredor con la Selva Marítima, cubriendo el déficit de conectividad y capacidad; y nuevas acciones no programadas en la línea 276 Maçanet/Massanes – l’Hospitalet de Llobregat, donde presta servicios la línea R1 de Cercanías.
Comentarios (2)