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capgros.com / ACN

Conflicto laboral en la plantilla de los peajes de la C-32

El ERO que Invicat ha presentado a los empleados de la autopista del Maresme, que acaba la concesión el 31 de agosto, ha destapado disputas entre la plantilla y CCOO

A poco más de cuatro meses del levantamiento de los peajes, las disputas internas de los trabajadores marcarán la negociación final del expediente de regulación de ocupación que Invicat presenta a los empleados de las autopistas del Maresme (C-32) y del Vallès (C-33), que acaban la concesión el 31 de agosto. Trabajadores de Invicat han presentado a Inspección de Trabajo la petición de revocación parcial del comité de empresa para sustituir los representantes de CCOO, sindicato mayoritario. La petición cuenta con las firmas del 42 % de la plantilla, pero porque prospere necesitará mayoría absoluta de una asamblea convocada por el 22 de abril. Los promotores denuncian la gestión de CCOO y lamentan que el ERO preacordado coincidiendo con el fin de la concesión de la C-32 y la C-33 se limite a un despido improcedente "pelado". Desde CCOO recuerdan que no existen las soluciones "fáciles" y que la cláusula social del convenio era vigente desde 2012. Creen que el conflicto sindical surge por la propia "frustración" de la plantilla ante el fin de la concesión.

Un grupo de trabajadores está descontentos con las condiciones de extinción pactadas

El emprendida té 144 trabajadores en estas vías y solo una cuadragésima quedarían exentos porque son trabajadores de mantenimiento y su contrato lo subrogaría la nueva empresa que se encargue del mantenimiento de las autopistas. El grueso, más de un centenar, están afectados directamente por un ERO que ya ha sido preacordado con el comité de empresa a través de una cláusula social que figura en el convenio colectivo, renovado el verano pasado. Un grupo de trabajadores, pero, están descontentos con las condiciones de extinción pactadas y ahora quieren renegociarlas. Para hacerlo, se ha impulsado un proceso para sustituir los miembros de CCOO, a quien acusan de haberse "institucionalizado" y de no haber defendido con suficiente contundencia los intereses de la plantilla.

Desde CCOO avisan que el margen de negociación es limitado

Con la revocación, los trabajadores quieren tomar el control del comité y liderar la negociación final de la ERO, prevista para julio: "Queremos ser titulares de la negociación, no solo espectadores". Si el proceso puesto en marcha prospera, los cinco miembros de CCOO al comité de empresa perderían su lugar y se convocarían unas elecciones urgentes con listas abiertas. Desde CCOO avisan que el margen de negociación es limitado, puesto que la extinción de los contratos por el fin de la concesión de las autopistas es un despido objetivo, mientras que el preacuerdo del ERO ya prevé que sea tratado como improcedente. "La situación es traumática y no es culpa de nadie. Es normal que haya gente frustrada porque la situación es frustrante", aseguran.

Fuentes de CCOO también explican que el contexto de la negociación actual no es el de la mejora de las condiciones laborales, sino el de la gestión de una situación compleja que quieren que acabe de la mejor manera posible. El sindicato mayoritario avisa que hay riesgo que el acuerdo actual pueda verse recortado en función de cómo se afronte el último periodo de negociaciones. Los trabajadores críticos con el comité también asumen que, a pesar del intento de reconducir las negociaciones con la empresa, "queda poco tiempo" y "mucho del mal ya está hecho" con el preacuerdo del último convenio. Con todo son optimistas y avisan que en los próximos días intentarán exhibir músculo para hacer notar el malestar de la plantilla a la dirección.

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