M.Cuello

Cuando Mataró apaga motores, Calella los pone en marcha con éxito

La Feria del Motor de Calella finaliza con la satisfacción de los participantes, algunos venidos desde Mataró, del público y del consistorio municipal

El Presidente del Instituto Municipal de Promoción Económica de Mataró (IMPEM), el republicano Toni Civit, anunció hace unos días la desaparición de la Feria del Volante. Las causas de esta decisión eran dos: por un lado, el déficit que producía en el Ayuntamiento y, por otra, el hecho que el nuevo presidente considerara que el sector automovilístico “no necesita el apoyo de la administración porque ya se sustenta por otros canales”. Esta decisión ha molestado algunos de los comerciantes, que consideran muy elevados los costes que el consitori los pedía para hacer la feria.

Curiosamente pero, mientras en la capital maresmenca los motores se apagaban, un chico más al norte, empezaban a arrancar. Este fin de semana se ha celebrado en Calella la Feria del Motor, una prolongación de la pequeña sección de esta temática que habitualmente se podía ver al recinto de la Feria de Calella y el Alto Maresme. La Feria del Motor, ubicada en un espacio de 5000 metros cuadrados, ha acogido representantes de concesionaris –algunos venidos de Mataró-, stands de aseguradoras, un encuentro de Dos Caballos y una reunión de Harley Dadvison, entre otras actividades.

El Ayuntamiento de Calella ha hecho un balance completamente favorable del certamen."Por parte del consistorio la valoración es muy positiva, la afluencia de público ha sido permanente e ininterrumpida y los comerciantes han podido hacer muchos contactos”, explica el regidor de la Feria, Miquel Pérez (ERC). El regidor calellenc no ha querido hacer referencia a la decisión tomada por el gobierno de Mataró, pero confesa que en el caso de su localidad ha sido esta Feria del Motor, de entrada gratuita, la que ha generado más beneficios a las arcas municipales.

Según Pérez, el gobierno de Calella ya piensa como ampliar esta feria automovilística en la próxima edición, por ejemplo, con la presencia de comerciantes de motos, este año inexistentes. El regidor en ningún caso considera que este acontecimiento sea una forma de ayudar un sector económico ya fuerte: “el Ayuntamiento de Calella estipula unos precios públicos de ocupación del espacio ferial y alquila los stands a las empresas, por lo tanto, ellos nos pagan para hacer contactos y operaciones comerciales, pero directamente el consitori no los promociona ni los apoya”, ha explicado el regidor.

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