Capgròs
Según Renfe, la R1 de Rodalies transporta 41.450 viajeros en un día laborable y 30.409 el fin de semana. Son cifras que permiten evaluar la afectación social que tendrá el último anuncio de la operadora: que durante dos fines de semana -uno en febrero y otro en marzo- la línea de Rodalies que transita por el Maresme tan solo lo hará con la mitad de trenes. Para apuntar en la agenda y, si se puede, hacer combinaciones o ir avisados: los dos fines de semana con menos oferta de trenes serán los del 8 y 9 de febrero y el 8 y 9 de marzo.
Renfe reducirá la oferta a dos trenes por hora y sentido en la R1 los fines de semana del 8 y 9 de febrero y 8 y 9 de marzo en el tramo entre El Clot y Badalona por las obras de Adif en el viaducto de Badalona, según ha informado la operadora. Esta modificación del servicio supone que pasarán solo dos trenes por hora y sentido en este tramo en lugar de los cuatro habituales, ya que los convoyes deberán circular por vía única entre estas dos estaciones. Aunque esta reprogramación garantiza un tren cada 30 minutos, Renfe recomienda a los usuarios que consulten los horarios y planifiquen sus viajes con antelación para evitar inconvenientes.
Un perjuicio de alta afectación social
La reducción a la mitad del servicio de trenes en la línea R1 durante dos fines de semana supone un grave perjuicio para el Maresme, una comarca que ya sufre problemas de saturación en horas punta incluso con los horarios habituales. Los trenes de Rodalies son el principal medio de transporte para miles de personas que se desplazan diariamente hacia Barcelona y otros municipios, y esta reducción agrava una situación de por sí compleja. Con menos frecuencias, los convoyes irán aún más llenos, generando incomodidades para los usuarios y dificultando el acceso a los vagones en estaciones con alta afluencia. Además, en un contexto en el que se fomenta el uso del transporte público para reducir la dependencia del vehículo privado, estas interrupciones pueden provocar el efecto contrario, desincentivando su uso y generando más tráfico en las carreteras de la comarca.
El impacto también se notará en otros medios de transporte, como el bus exprés a Barcelona, que ya funciona con limitaciones durante los fines de semana. En el caso de Mataró, la ciudad más poblada del Maresme, este servicio ya está reducido, ya que solo opera una de las dos líneas existentes, y los domingos lo hace con una sola expedición por hora. La disminución de trenes puede desviar una parte importante de viajeros hacia los autobuses, agravando su saturación y haciendo aún más evidente la necesidad de un refuerzo en la movilidad interurbana. Esta situación pone de manifiesto las carencias estructurales del transporte público en el Maresme y la urgencia de un plan de mejora que garantice alternativas viables para los usuarios en caso de incidencias o reducciones de servicio como esta.
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