M.Cuello

El Parque de las Aves de Vilassar cumple la sentencia

Un equipo judicial verifica que los terrenos se entregan a la usufructuaria completamente vacíos de animales y equipamientos

Ha vuelto ser un día triste por el equipo de profesionales del Parque de las Aves de Vilassar de Mar. Hoy, definitivamente, ha llegado el día de entregar los terrenos a Rosa Florenza, usufructuaria de los terrenos y ganadora de esta batalla familiar que ha acabado a los juzgados y con la destrucción de unos equipamientos de más de treinta años de historia. Esta mañana el parque, siempre vive y pleno de niños, muestra una imagen dantesca. Jaulas completamente vacías, plantas medio arrancadas y otras abandonadas, puesto que no han podido ser trasplantadas garantizando su supervivencia, la clínica y las oficinas completamente vacías. Ayer por la tarde el trabajo de desalojo todavía era frenético.

Pero, a pesar del desalojo descontrolat, hoy todavía se siendo el canto de algunos pájaros, puesto que algunos animales, aquellos no han podido ser recolocados en otros centros o vendidos, se han trasladado en condiciones muy precarias a los terrenos no afectados por la sentencia y a partir de ahora serán cuidados por la misma familia. Estas aves también tienen la compañía de algunos animales protegidos que, a pesar de haber llegado el día fatídico, las administraciones tutelares todavía no los han ido a recoger. Una actitud que sorprende los trabajadores del centro, que desde hace días, sobre todo a partir de la clausura al público de las instalaciones, el pasado 19 de junio, vive con el corazón encogido.

Ayer también un notario recorrió las instalaciones para certificar la situación de los terrenos, aunque no cuesta mucho describir la destrucción de uno de los zoos y centros educativos en mediambient líderes en Cataluña. Los trabajadores todavía se preguntan por qué las administraciones no han podido hacer nada para modificar la sentencia y por qué la usufructuaria quiere unos terrenos sólo aptos por un equipamiento zoológico. Eso sí, siempre más recordarán las 40.000 firmas y dibujos de espaldarazo que han recibido de los ciudadanos. Estas muestras de aprecio, la satisfacción de un trabajo muy hecho y los buenos recuerdos son los únicos elementos que endulzan este final. Y habrá otro parque de las aves, en otra localidad? De aquí unos días, superado el choque psicológico, será el momento para hablar. Quizás la historia volverá a empezar, aunque nada será igual.

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