El Mar d'Estiu se ha estrenado este sábado dentro del calendario de festivales con una noche de fiesta y baile en Santa Susanna (Maresme). El ritmo electrónico de Ojete Calor ha sido el protagonista del debut de un evento que ha nacido superando obstáculos contrarreloj. El festival, heredero del Arts d'Estiu de Pineda de Mar, ha tenido que ser reubicado en menos de una semana porque la Generalitat denegó el permiso para instalar el recinto en la playa de la Llàntia de Santa Susanna, cerca de Pineda. Los dos ayuntamientos y la empresa Paralelos Musicales lo han reubicado en unos terrenos municipales de Can Gelat.
El presidente de la empresa promotora TheProject, Tito Ramoneda, ha asegurado en declaraciones a la Agencia Catalana de Noticias (ACN) que están "muy satisfechos y muy felices" tras haber superado una "semana muy dramática". Según explicó, la decisión de trasladar el festival no se tomó hasta tener la "absoluta certeza de que técnicamente era posible hacerlo con todas las garantías de seguridad y con las plenas garantías de tener el tiempo suficiente" para tramitar los permisos necesarios. "No es fácil desmontar un festival y montarlo en otro espacio", ha remarcado.
Hace una semana, el Departamento de Territorio vetaba la celebración del Mar d’Estiu en la playa de la Llàntia por riesgo de contaminación acústica, falta de tiempo para realizar toda la tramitación legal y falta de informes acreditativos. La Generalitat daba la razón a las alegaciones presentadas por vecinos que se oponían a la celebración del festival en una playa donde ya hay otros eventos musicales en verano. Al mismo tiempo, Territorio condicionaba el permiso definitivo a unos informes previos de los ayuntamientos para permitir superar los límites acústicos, los cuales no se habían presentado.
Un momento del concierto de Ojete Calor en el Mar d'Estiu
El golpe por parte de la Generalitat hacía revivir la situación vivida hace justo un año con el Arts d’Estiu, que se había celebrado durante más de diez años en la playa de los Pinos de Pineda de Mar. A una semana de dar el pistoletazo de salida de la 12ª edición, Territorio denegó los permisos aduciendo que la organización había presentado el estudio de impacto acústico fuera de plazo y que este no cumplía los requisitos ni contenía medidas correctoras.
En aquel momento no hubo margen de reacción y el festival quedó cancelado. La última edición, en 2022, había reunido a más de 38.000 asistentes en los 22 conciertos programados en 20 días, mientras que el espacio Village atrajo a más de 62.000 visitantes.
Doce conciertos de primer nivel
Después del concierto de este sábado de Ojete Calor, el festival afronta ahora dos semanas de programación de primer nivel. Hasta el 18 de agosto, el recinto de Can Gelat acogerá once conciertos más de artistas nacionales e internacionales. Este domingo actuarán Los Secretos y Dani Flaco, mientras que a lo largo de la semana entrante lo harán Antoñito Molina, Sergio Dalma, God Save The Queen, Juan Magán y Sopa de Cabra.
La recta final del festival comenzará el martes 13 de agosto con Malú, a la que seguirán los conciertos de Luz Casal, Rozalén y Ara Malikian. Los maresmenses Mushkaa y The Tyets ofrecerán un doble concierto el domingo 18 como clausura del festival.