El Ayuntamiento de Santa Susanna y los agricultores del Pla de Balasc se han reunido para intentar desbloquear el conflicto por el avance de las obras del futuro vial que atraviesa el área. El alcalde, Joan Campolier, se ha comprometido a salvaguardar la actividad agrícola y asegura que "ampliar un vial no significa acabar con el suelo". El encuentro ha tenido lugar después de que los agricultores hayan vuelto a ocupar el espacio de obras para evitar que las máquinas puedan avanzar hacia los terrenos agrícolas que el consistorio ha expropiado. Por el momento, el bloqueo continúa, a pesar de que Campolier les ha pedido que pongan fin a la protesta. La financiación de la obra está condicionada por los plazos de los fondos Next Generation, y el alcalde asegura que "no se puede retrasar más".
Después de que el martes los agricultores ocuparan el espacio de obras del vial, obligando a detener los trabajos durante poco más de una hora, este miércoles ocuparon la franja de los campos de cultivo por donde se prevé ampliar el vial preexistente, que debe pasar de siete a quince metros de ancho. Se preveía que la maquinaria accediera a esta zona ese mismo día, pero la acción de los agricultores obligó a la intervención de la Policía Local y los Mossos d'Esquadra. Durante más de dos horas, se mantuvieron conversaciones con los afectados y sus abogados. Finalmente, las llamadas con el Ayuntamiento permitieron cerrar una reunión con el alcalde de Santa Susanna.

A pesar del gesto de Campolier de reunirse con los afectados, los agricultores se han negado a abandonar los terrenos e insisten en la necesidad de detener las obras. Alegan irregularidades en los diferentes procesos administrativos llevados a cabo por el consistorio para hacer posible las obras. Desde Unió de Pagesos se ha trasladado al consistorio que el proyecto no respeta la ubicación acordada con Adif para el paso subterráneo, que según esta documentación iría en el término municipal de Pineda de Mar. El sindicato también ha aportado informes desfavorables al proyecto por parte de Acción Climática.
Los afectados también aseguran que la expropiación solo afecta a los propietarios de los terrenos, pero recuerdan que en muchos casos hay arrendatarios que no se han tenido en cuenta a la hora de establecer las compensaciones, y que tampoco se han valorado las diferentes situaciones de cada finca.

Da miedo la urbanización completa
Con todo, el sector afirma que el proyecto del vial es solo "un primer paso" hacia la urbanización completa del Pla de Balasc y la consecuente pérdida futura de la zona agrícola del municipio. A continuación de este sector se encuentra la zona hotelera de Santa Susanna, que podría expandirse si el Pla de Balasc finalmente se recalificara. Campolier niega que este sea el objetivo del consistorio y recuerda que "desde el año 76", cuando accedió por primera vez a la alcaldía, siempre ha defendido la zona agrícola: "No he hecho otra cosa". El alcalde, además, dice que toda la tramitación del proyecto cuenta con el visto bueno de las administraciones municipales y pide que se termine el debate sobre la idoneidad de las obras.
El alcalde de Santa Susanna también quiere evitar que haya nuevos "enfrentamientos" en la zona de obras y pide a los agricultores que "entiendan la situación" y levanten la protesta. Las obras del vial y el paso subterráneo deberían finalizar el 15 de mayo de 2025 para no perder la financiación europea, y según Campolier, eso implica hacerlo "en un tiempo récord".
Por su parte, los agricultores mantienen por ahora el bloqueo y los turnos de vigilancia en las dos fincas más directamente afectadas por la construcción del paso subterráneo. Se prevé que en las próximas horas se vuelvan a convocar asambleas con los afectados para decidir los próximos pasos, pero mientras tanto no quieren que las máquinas comiencen a perforar.
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