Joan Rangel (PSC), alcalde de Caldes de Estrach durante más de veinte años, entre 1979-1987 y 1981-2004, renunció ayer al cargo durante un pleno extraordinario por incompatibilidad con su nuevo cargo, Delegado del Gobierno central en Cataluña. Rangel explicó que deja la alcaldía, igual que la mañana había renunciado a la Vicepresidencia de la Diputación de Barcelona, para conseguir que las administraciones de este país, desde la municipalidad hasta el gobierno central, se entiendan.
El socialista, hasta ahora uno de los alcaldes hasta más veteranos de Cataluña, confesó sentirse orgulloso de haber capitanejat una candidatura que siempre ha recibido el espaldarazo popular, el cual ha aumentado cada año, puesto que después de cuatro legislaturas todavía tenía mayoría absoluta. Durante su discurso de despedida Rangel también quiso hacer énfasis en las dos joyas del pueblo según su parecer: la Fundación Palau y el Hotel Balneario Colón, que prometió que se inauguraría de aquí poco tiempo.
La oposición, Convergència i Unió (CiU), felicitó a Rangel por su nuevo cargo, pero manifestó que su esperanza era que con el nuevo Estatuto la figura del Delegado del Gobierno desapareciera y Cataluña solamente fuera representada por el Presidente de la Generalitat de Cataluña. La misma sesión plenaria también sirvió para escoger nuevo alcalde. La vara fue por la mano derecha de Rangel, Josep Maria Freixas, quien solamente recibió los votos de su formación. CiU ofreció al nuevo alcalde de Caldetes diálogo y buena entente para gobernar el pueblo con concordia.
El pleno fue seguido por unas doscientas personas. Entre ellas el exalcalde de Mataró y diputado en el Congreso, Manuel Mas; el alcalde de Vilassar de Mar y candidato a la presidencia del CCM, Pere Almera; elAlcalde de Dosrius, Josep Yo; el secretario general de los socialistas mataronins y candidato a la alcaldía de Mataró, Joan Antoni Baron, entre otros regidores y figuras del socialismo comarcal.
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