La residencia can  Amell de Premià de Mar
La residencia can Amell de Premià de Mar

Redacció

Reabren el caso de la residencia del Maresme donde murieron 87 abuelos por Covid

La Audiencia de Barcelona admite el recurso del Ayuntamiento de Premià de Mar contra el sobreseimiento del caso de la residencia Ca n'Amell, uno de los más graves vividos en el país durante la pandemia

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La Audiencia Provincial de Barcelona ha reabierto la causa judicial contra los antiguos responsables de la residencia Ca n'Amell de Premià de Mar, donde murieron 87 residentes durante la primera ola de la pandemia de la Covid-19. Según ha informado Premià Media, la justicia ha aceptado el recurso de apelación presentado por el Ayuntamiento de Premià de Mar contra el sobreseimiento del caso, que había sido archivado en julio de 2024.

En una resolución emitida el pasado 28 de febrero, la Audiencia considera que el sobreseimiento dictado por el Juzgado de Instrucción de Mataró no estaba suficientemente fundamentado y que hay "indicios racionales" que podrían acreditar la responsabilidad del director del centro y de la doctora jefa. Por este motivo, se ha ordenado la continuación del procedimiento judicial.

La querella inicial señalaba a los responsables del centro como presuntos autores de los delitos de trato degradante, homicidio por imprudencia grave y lesiones por imprudencia grave. No obstante, en el momento del archivo, el Juzgado de Mataró argumentó que los informes forenses no probaban claramente estos delitos, aunque se reconocían deficiencias en el funcionamiento del centro.

Ahora, la Audiencia Provincial ha revisado el caso y ha resuelto que la investigación no podía basarse únicamente en los informes forenses, que ofrecían una visión parcial de los hechos. En cambio, el nuevo dictamen judicial, según destaca Premià Media, toma en consideración testimonios clave, como el de facultativos del CAP de Premià de Mar, así como informes del Departamento de Trabajo y Asuntos Sociales. Estas pruebas indican que el centro sufrió graves deficiencias, como la falta de personal y de material de atención, fallos en la comunicación interna y la inoperatividad de los timbres de alerta destinados a los residentes dependientes.

Hechos que no podían quedar impunes

En declaraciones a Premià Media, el alcalde de Premià de Mar, Rafa Navarro, ha celebrado la decisión judicial, argumentando que siempre han considerado que los hechos ocurridos en Ca n'Amell durante la pandemia no podían quedar impunes. Además, ha recordado el papel de su predecesor, Miquel Àngel Méndez, en la presentación de la querella municipal.

Con esta reapertura del caso, la justicia vuelve a poner el foco en uno de los episodios más graves vividos en las residencias de ancianos durante la pandemia.

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