Unas 200 personas exigen que no se derroque La Teixidora

Cerca de 200 personas se han manifestado este jueves, día 2 de junio, a las puertas del Ayuntamiento de Mataró, para exigir que no se derroque la antigua escuela Menéndez y Pelayo, reconvertida en el espacio popular La Teixidora después de ser ocupada. Un nuevo acto de protesta y de desafío al consistorio por parte del colectivo ocupante, que ha reiterado que hará frente ante el desahucio que está previsto a corto plazo.

"Cuando los gobiernos nos dejan atrás, las vecinas nos organizamos para dar respuesta a las carencias de la ciudad", proclamaba la pancarta principal que los manifestantes han plantado ante el Ayuntamiento, donde se celebraba el pleno de junio. La intención de los presentes era hacer tanto ruido cómo fuera posible durante toda la tarde y anochecer para hacerse notar a lo largo de la sesión plenaria, a base de cánticos, consignas y sueños de sirenas.

"No os da vergüenza mantener el edificio abandonado y mentir", ha espetat el colectivo en el gobierno

Una portavoz del colectivo, Bruna Roca, ha intervenido a la audiencia previa al Pleno. Dirigiéndose al alcalde, David Bote, al regidor de Vía Pública, Juan Carlos Jerez, y al segundo teniente de alcalde, Sergi Morales, Roca les ha preguntado si "de verdad no os da vergüenza" haber "tenido abandonado durante años" un edificio cómo la antigua escuela Menéndez y Pelayo que "tendría que ser patrimonio y hace servicio a la ciudad". La portavoz ha acusado el gobierno municipal de "mentir" cuando afirman que el edificio tiene daños estructurales, uno de los motivos por los cuales se procederá al escombro.

"Si nos enviáis un ejército de policías, habrá un lío del que seréis los únicos responsables"

"La imagen que estáis dando es que preferís la violencia en ninguna parte del diálogo, y las soluciones policiales que acaban generando más malestar", ha afirmado la miembro del colectivo ocupante, después de que el Ayuntamiento no haya atendido las peticiones de diálogo por parte de La Teixidora. La única opción que los ofrece el Ayuntamiento es marchar por voluntad propia o ser desahuciados, para poder mantener el plan de derrocar el edificio y hacer un aparcamiento provisional. Un desahucio que prevé convertirse en un conflicto abierto. "Si nos enviáis un ejército de policías, habrá un lío del que vosotros seréis los únicos responsables", ha asegurado Roca, después de anunciar que serán "centenares de personas que pasan cada día por la Teixidor las que ofrecerán resistencia el día del desalojo.

En el turno de respuesta, el regidor de Vía Pública Juan Carlos Jerez, ha negado que los hiciera "ninguna vergüenza" mantener el derribo del Menéndez y Pelayo. Jerez ha asegurado que es una "decisión razonada" después de haber escuchado los técnicos municipales, el informe de los cuales apuntaba que rehabilitar el edificio saldría más costoso que construir uno de nuevo. "Una vez tomada la decisión, no era lógico dejar el edificio cerrado y abandonado", ha asegurado Jerez.

El gobierno ha reiterado que el derribo es una "decisión razonada"

El regidor ha recordado que la decisión se tomó desde el gobierno municipal como "órgano escogido a través de las urnas", y ha negado al colectivo ocupando la legitimidad para decidir qué tiene que ser el futuro del inmueble. "Estamos en contra de las ocupaciones, si alguien tiene un proyecto diferente lo tiene que presentar desde la legalidad y sin coacciones", ha señalado Jerez, que ha conminado los miembros de la Teixidora a "desalojar el edificio y después utilizar los canales autorizados para hacer propuestas".

El consistorio se mantiene firme a pesar de que crecen las voces de colectivos y entidades contra el derribo

El gobierno municipal, por lo tanto, se mantiene firme en su voluntad de no dialogar con los ocupantes y de proceder al desalojo, que tiene que ser cuestión de días. En común Podemos, socio minoritario, también ha expresado en voz de Sergi Morales su postura contraria a la ocupación. El colectivo de La Teixidora en cambio, ha recibido varios apoyos, como por ejemplo el de ERC, principal partido de la oposición, que ha reclamado "escuchar" sus peticiones y, este mismo jueves, se ha mostrado contrario al escombro del edificio (a pesar de defenderlo en su programa electoral). Unión de Cooperadores, Òmnium Cultural y las asociaciones de vecinos del Centro y de Rocafonda también han apoyado al movimiento popular.

La antigua Menéndez y Pelayo, que llevaba más de cuatro años cerrada, fue ocupada el pasado 1 de mayo por parte del Sindicato de la Vivienda, la va renombrar cómo 'La Teixidora' y la reconvirtió en un espacio social al servicio de los vecinos. Desde entonces, se realizan actividades como por ejemplo clases de catalán, gimnasio, banco de alimentos o espacios porque los niños del barrio hagan los deberes, entre otros.