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Salva Fernàndez

375 años de la Fundación Hospital y un montón de retos por adelantado

La entidad, que nació al 1644 de la mano de Padre Jaume Sala, se ha ido adaptando a la realidad de su entorno para acompañar la tarea del Consorcio Sanitario

La Fundación Hospital celebra 375 años, que se llaman pronto pero que son un montón. Concretamente en 1644, cuando en el testamento de una figura poco conocida como la del Padre Jaume Sala, se hacía una donación de unos terrenos con tal que se hiciera un hospital por la ciudad, construit fuera de murallas. La idea del cura era que el centro tuviera servicios de atención a los más necesidades. "El padre preveía crear el Hospital de Santo Jaume y su futura anexión con el de Santa Magdalena que ya existía", explica el gerente de la Fundación, Jordi Villana. Tres años después, iglesia y la universidad de Mataró se pusieron de acuerdo para crear un nuevo hospital que no se haría hasta el siglo XVIII. El papel en aquella época era muy diferente al de ahora, puesto que las necesidades que había antes eran trabajar para reducir las infecciones, mejorar el saneamiento de las aigues y hacer muchas acciones básicas de salud que hoy parecen superadas. Pero todo va cambiar hace dos décadas con la construcción del Hospital de Mataró.

"Cuando se crea el nuevo hospital, la Fundación tiene que encontrar su rol, siempre teniendo en cuenta que no es un proveedor de servicios, porque esto lo tiene que hacer el Consorcio, pero tampoco tiene un rol menor", desgrana Villana, que añade: "Y aquí entramos en el papel actual, ser un instrumento de la ciudad para complementar la cartera de servicios sociales y de salud".



Actualmente, la Fundación Hospital trabaja en tres grandes líneas. Los programas asistenciales, que sirven sobre todo para "ofrecer servicios en acompañamiento de enfermedades en situación avanzada o de luto, trabajos de terapias familiares, atención psicológica a niños y adultos, logopedia...". Otra de las líneas de actuación son los programas de desarrollo comunitario, como la gestión del voluntariado y proyectos del ayuntamiento en esta línea, o el impulso de un clúster de entidades sensibilizadas con sus deberes con la ciudadanía; también tienen un banco del tiempo, un espacio de intercambio de tareas y tiempos entre personas.

La última gran área de la Fundación es la formación, basada al hacer charlas a la comunidad para explicar nuevos proyectos, así como también formación específica, como por ejemplo cursos en el luto. "Todo ello con el objetivo de reforzar el rol de instrumento de ciudad. La Fundación tiene que complementar la cartera de esreveis y participar en proyectos de Mataró para complementar la dinámica pública de servicios".

Detectar las nuevas necesidades

Dentro de los actos de celebración de los 375 años de la Fundación Hospital, se han organizado varias charlas y encuentros para hablar del presente y futuro de la entidad. Una de ellas fue el pasado 19 de marzo con la mesa redonda que traía por título "Perspectivas de la Fundación Hospital a corto y medio plazo". Entre los ponentes había dos miembros del patronato, Carlos Súnico y Pep Molsosa.

Súnico destacó que el objetivo de la Fundación tenía que ser "potenciar el espíritu original de su creación, cuidar al cuidador y apostar por el crecimiento del patrimonio". "El espíritu se podría resumir como un hospital para pobres y enfermos, no sólo teniendo en cuenta la parte sanitaria sino también la social; el reto es detectar las nuevas necesidades de la sociedad". Puso como ejemplo que si hay 12 personas durmiendo en las calles de Mataró, había que encontrar alguna solución. Por otro lado, también apostaba para "cuidar al cuidador, una figura presente a la Fundación, al clúster de entidades y al banco del tiempo". Por último, Súnico también consideraba que había que incrementar el patrimonio, tanto el hospital como los locales que son de su propiedad, recordando que "queremos potenciar las donaciones privadas, legados y herencias; hay que hacer saber que nosotros podemos darle un buen fin a todo aquello que hay gente que deja sin herederos".

Por su parte, Pep Molsosa expresó durante su ponencia que la Fundación "tendría que estar al servicio de las políticas municipales con un mandato claro", y que este se tendría que vertebrar en varios puntos: "La gestión del patrimonio de la fundación, tener más capacidad ante las problemáticas que se presentan, fomentar la empoderament de los ciudadanos y prestar servicios directos eventualmente en función de las necesidades".

Por Molsosa, la Fundación Hospital tendría que apostar para cambiar el nombre a "Fundación Sociosanitaria Municipal", puesto que considera que así la población "no confundiría la fundación pensante que está vinculada con el actual Hospital de Mataró".