En la Plaza Grande no 'caben' mucho restaurantes más. Es a sus entornos, un concepto amplio puesto que el espacio se inserta de pleno en el circuito de plazas del Casco Antiguo de Mataró y todos los brazos del sistema de equipamientos y atractivos del Centro, donde seguramente todavía hay campo para correr. Pero la que casi tiene el aforo completo es la actual Plaza, que no tiene porque ser la del futuro a medio plazo. De hecho no será así. La pieza de Can Cruzate vuelve a ser sobre el tablero municipal bastante años después de quedar congelada en el tiempo.
Can Cruzate es la finca entre las plazas del Ayuntamiento y Grande, entre el Callejón y la calle de en Palacio que próximamente será totalmente municipal y que en cuestión de meses podría tener un proyecto concreto sobre sus usos y planeamiento. Desde el ejecutivo de momento no se avanzan detalles pero los últimos golpes que se ha hablado se ha vinculado siempre a la proximidad con la Plaza Grande. Desde dos vertientes complementarias: uno más logístico y el otro más importante y estratégico: de promoción de ciudad.
Será turístico y gastronómico o no será
Además de una pieza estratégica, la finca puede ofrecer servicios importantes de la plaza cómo lavabos públicos
Can Cruzate será el complemento de la Plaza Grande. Por lo tanto tiene todos los elementos para tener parte o todos los usos avezados a visitantes y gastronomía. Dar servicio (por ejemplo de lavabos) a la zona permitiría que muchos de los actuales locales que se encabeixen en las antiguas cavallerisses de la zona y locales compartimentats liberaran espacio para usos comerciales. Pero más allá de esto, comerciantes y restauradors esperan ver cuál es la propuesta para el espacio. Cómo puede convertirse en el equipamiento adjunto de la naturaleza gastronómica (en venta y en hostelería) del mercado de toda la vida.
Se ha hablado de posibles usos restauradors posando en valor el mercado u otros elementos similares. El hecho, pero, es que la finca se utilizará como revulsivo de zona. El comercio de la zona lo espera, después de tantos años de cuatro paredes valladas con el techo esbotzat a buena parte del total de la zona. Miquel Sola, de la asociación del Casco Antiguo, asegura que "hace un año más o menos se creó una comisión para hablar de toda la zona, entre los temas había Can Cruzate. Hace tiempo que no se reúne. Nosotros no somos técnicos, entendemos que tiene que ser el Ayuntamiento quien dé un paso adelante y nos haga una propuesta, al menos, para empezar a debatir. El que es evidente es que hay que solucionar el tema".
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