Capgròs
De un día por el otro se encendieron todas las alarmas. Por sorpresa y sin tener conocimiento previo, la finca donde se levanta Can Fugarolas salió a la venta. En un portal, el anuncio no deja lugar a dudas. La Sareb había posado a la venta el espacio donde se levanta uno de los equipamientos culturales y sociales más importantes de Mataró. Justo en el año que se celebra el décimo cumpleaños del proyecto ahora los colectivos que residen ven que habrá que defenderlo. 'Can Fugarolas no se vende, Can Fugarolas no se toca', claman.
Todas las nubes amenazantes por la continuidad de Can Fugarolas que hace dos años aparecieron en forma de subasta ahora vuelven y mucho más cargados. La Sareb tiene el espacio a la venta y es una pieza más que golosa por quien quiera edificar pisos, a primera linia de mar. Basta con ver el proyecto de la antigua Praderas, a la acera del ante la misma calle de Toló, para adivinar por donde podría ir según el planeamiento el 'desarrollo' de la zona. La Sareb quiere vender para hacer caja pero adentro tiene un proyecto de ciudad y reconocimiento incluso estatales. Y Can Fugarolas no se estará de brazos cruzados. Pasa a la acción.
- El próximo lunes Can Fugarolas hará una rueda de prensa para explicar con detalle la nueva situación
- Can Fugarolas ha convocado una concentración el viernes 7 de julio a las 18.30h ante el Ayuntamiento en contra de la venta y por la preservación del proyecto
Objetivo. parar la venta
Can Fugarolas ha hecho pública la situación y pide apoyos para evitar que progrese la venta. "Si dejamos que construyan pisos estamos promoviendo una ciudad dormitorio. Sin Can Fugarolas, Mataró perderá un tejido asociativo super importante: muchos proyectos sociales y culturales abiertos en la ciudad y a futuras generaciones", lamentan.
Y es que paral·litzar la venta es ahora el objetivo. La convocatoria del día 7 intenta "concienciar a toda la ciudad del proyecto comunitario que está en riesgo, hacernos sentir y presionar la administración", explica Miquel Lleixà, uno de los portavoces del grupo. Confía que "hay margen para parar la venta de buena fe, para hablar, nos tenemos que poder posar de acuerdo todos los agentes sociales y necesitamos tiempos para buscar opciones para mantener el proyecto". Desde Can Fugarolas están seguros, afirman, que hay opciones para salvaguardar el proyecto de taller social y cultural que abanderan y recuerdan que "quién vende es la Sareb, una entidad con la que las administraciones tienen mucho que decir porque se financió con dinero de todos". Si estas reclaman el traspaso de propiedades, Can Fugarolas podría ser un peaje social a Mataró.
Las claves
- Can Fugarolas funciona con un contrato de masoveria urbana firmado con el anterior propietario del espacio.
- La Sareb pasó a ser la propiedad después de la subasta del espacio, que quedó desierta, al ser expropiado al anterior propietario.
- Ahora la Sareb ha posado a la venta el espacio para inversores inmobiliarios
- El planeamiento urbanístico del Ayuntamiento de Mataró prevé bloques de pisos, comercios y una plaza al espacio que ocupa el actual equipamiento
- Solo un cambio de planeamiento podría desincentivar el interés de privados inmobiliarios en la pastilla de las calles Colón, Toló y Camí Ral según el Plan General
Campaña de reivindicación
Can Fugarolas ha hecho pública la amenaza de la venta en un vídeo en el que se reivindica como espacio de barrio y de ciudad a nivel social, cultural y comunitario. Se recuerda que este 2023 hace 10 años del inicio del proyecto como este "se ha consolidado con autogestión y energía humana situando Mataró dentro del mapa de la creación, la formación y la divulgación cultural a nivel local, peninsular e internacional". Colectivos como Cronopis son claros abanderados de esta proyección y también de como toda la actividad surgida del antiguo concesionario ha primate la proximidad, la creación de nuevos públicos y los precios popular.
Can Fugarolas, explican algunos de sus miembros al vídeo, es "un espacio múltiple y diverso con permanentes actividades y visitas de centros educativos, un espacio clave que se autogestiona con el poder de las personas, creando un tejido social que genera un impacto indiscutible en la población de Mataró". A la vez también forma parte de de el grupo motor de la tabla de la economía social y solidaria de Mataró, acoge talleres de metal, de madera, de vidrio, de artesanía, de cerámica y es "vivero de nuevos proyectos donde la rentabilidad económica no es más importando que el impacto social que genera". Todo esto, reivindican. "sin depender de ninguna administración nos permite invertir en el espacio, el edificio, en el barrio y todo esto para hacer una verdadera economía social y solidaria".
El huerto urbano y las actividades comunitarias, formando un entorno saludable son otros activos del proyecto que con la venta desaparecerían.
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