Capgròs
Can Fugarolas es un espacio multidisciplinar creativo nacido en 2013 con la unión y la fuerza de diferentes personas, colectivos y asociaciones de la ciudad. El espacio se crea con el objetivo de ofrecer un lugar donde facilitar la creación de proyectos culturales, sociales, artísticos y sostenibles y apoyar a todo tipos de emprendeduría. Tres años más tarde, estas instalaciones situadas en el barrio de La Habana acogen más de 25 asociaciones y 280 socios y socias.
El antiguo taller del barrio de La Habana hoy acoge más de 25 asociaciones y 280 socios y socias
Can Fugarolas era un antiguo taller de reparaciones de coches con más de 4.000 metros cuadrados y un gran patio exterior. Ante la necesidad de colectivos huérfanos de espacio en Mataró, se decidió rehabilitar esta nave en desuso y completamente abandonada desde hacía años. Organizaciones como Cronopis, Estudio y Medio, Taller de Ideas y Coworking fueron las principales responsables de poner en marcha este proyecto. "La idea principal surgió de Cronopis, ante la urgencia de encontrar un espacio donde poder estar después de ver'sobligats a marchar de donde estaban" recuerda Enric Castellano, miembro de la Asamblea Tronco de Can Fugarolas y de la cooperativa de consumo la Estrella, con sede al equipamiento. Rápidamente, gente del cercando se sumó a la causa pensante en la posibilidad de buscar un lugar grande donde otros colectivos también pudieran tener su espacio de trabajo y convivieran entre ellos. Con esta idea se salió adelante Can Fugarolas.
A pesar de que el espacio inicial ya ofrecía muy buenas condiciones en en cuanto a amplitud, Castellano recuerda en qué condiciones lo encontraron: "Estaba todo hecho polvo, muy sucio, con coches destrozados, bidones de aceite... y lo limpiamos todo nosotros". Detalla que "se empezó a limpiar, a pintar, a cerrar ventanas y agujeros, y mica en mica se fue arreglando y mejorando todo el espacio como, por ejemplo, poniendo doble pared para evitar el frío". Las mejoras y el cambio de imagen del espacio también fueron acompañados de un aumento de la gente interesada y con ganas de añadirse al colectivo.
Tres años más tarde, el antiguo taller de reparaciones de coches tiene una cara totalmente renovada y dispone de todos los recursos e instalaciones necesarias que requieren los diferentes colectivos para hacer su trabajo. Can Fugarolas está formado por tres plantas donde cada colectivo tiene su propio espacio de trabajo. Aún así, con el fin de compartir recursos, también hay algunos espacios abiertos a todo el mundo, como la cocina, la sala de reuniones o el taller comunitario. El resultado es un espacio mejorado, hecho desde la base y conseguido gracias al esfuerzo de cada uno de sus miembros.
La autogestión es el concepto que mejor define el funcionamiento de Can Fugarolas
La autogestión es el concepto que mejor define el funcionamiento de Can Fugarolas. Según Castellano, la filosofía que comparten es clara: "Si nos lo hacemos todo nosotros mismos y compartimos los recursos conseguiremos mucho más". Además, agradece que "a pesar de ser colectivos que no tenemos nada a ver, compartir objetivos ha ido muy bien". Por otro lado, una de las claves del crecimiento de Can Fugarolas es el hecho de estar abiertos a todo el mundo y aceptar que vinieran nuevas entidades con nuevos proyectos. Para Castellano, la necesidad de este espacio a la capital del Maresme era indiscutible: "Hay una carencia muy grande de espacios de creatividad para poder expresarnos y hacer el que sabemos hacer, Mataró necesitaba espacios como este desde hace mucho tiempos".
Un colectivo de colectivos
Hablamos con cinco de los proyectos instalados a Can Fugarolas, que analizan las virtudes del espacio y de su modelo de gestión
Cronopis: "Can Fugarolas nos ofrece unas condiciones que no se encuentran fácilmente"
El espacio de Can Fugarolas no ha dejado de crecer en en cuanto a número de entidades que acoge. Actualmente ya son más de 25 asociaciones trabajando dentro de las instalaciones: desde Cronopis, el colectivo de artistas de circo que dispone en este espacio de todos los elementos necesarios para entrenar, hasta productoras audiovisuales o cooperativas de productos ecológicos. Marina Montserrat, miembro de Cronopis, cree que uno de los atractivos de Can Fugarolas es el contacto que hay entre todas las entidades. Según ella, "somos un colectivo de colectivos, y esto es muy enriquecedor". Para Montserrat, "la unión de tantos perfiles tan diferentes hace que se creen sinergias los unos con los otros" y esto acaba siendo "como una fuente de inspiración y también de aprendizaje común de los diferentes colectivos".
Se trata de una compañía de circo con una larga trayectoria en Mataró
A pesar de la cantidad de asociaciones y las diferentes maneras de funcionar, la organización a la hora de tomar decisiones y el buen trabajo en común son los pilares que los han permitido continuar adelante."Cada 15 días tenemos la Asamblea de Tronco y allá tiene que venir al menos un miembro de cada colectivo para tratar todos los aspectos comunes que nos afectan y que son necesarios porque el colectivo siga adelante", explica Anna Pascual, también miembro del colectivo Cronopis. Pascual valora como fundamental la necesidad de disponer de un espacio como este para poder trabajar y practicar: "Los artistas de circo tenemos que entrenar cada día para estar en forma y mejorar la técnica y,por lo tanto, necesitamos espacios grandes donde poder montar trapecios y unas estructuras específicas para hacer circo". Gracias a sus dimensiones, "Can Fugarolas nos ofrece unas condiciones que no se encuentran fácilmente".
Estudio y Medio: "Compartiendo recursos acabamos abaratando el coste de todo"
Otro de los colectivos que arrancó Can Fugarolasara hace tres años es Estudio y Medio, un híbrido entre productora y coworking audiovisual donde varios creadores hacen sus proyectos, tanto en común como por separado. Un fotógrafo, un músico, un compositor, un realizador o un diseñador multimedia. Todostienen cabida. Jordi Aliberas y Joan Cot, miembros del colectivo, creen que uno de los puntos más atractivos a la hora de unirse aun espacio como este es el hecho de unir perfiles tan diferentes: "El hecho que estemos compartiendo un espacio con tantas disciplinas y entornos diferentes hace que tú también puedas mirar más allá y plantearte las cosas de manera diferente".
Una productora y coworking audiovisual con profesionales de varios sectores
La filosofía de compartir recursos y, por lo tanto, abaratar costes, ha sido también una de las características principales de Can Fugarolas desde su nacimiento. "Una cosa que siempre hemos procurado es tener muchos recursos dentro del edificio que los compartimos y espacios accesibles de los cuales todo el mundo puede hacer uso", afirman, para añadir que "al hacerlo compartido acabamos cubriendo el coste de todo de una manera más beneficiosa para todos". Ellos han encontrado en este el lugar perfecto para trabajar ante los altos precios de muchos alquileres y que afectan especialmente al sector audiovisual.
Mohamed El Ghacham: "Can Fugarolas es un lugar de creación para gente con inquietudes diferentes"
En esta línea también seencuentra Mohamed La Ghacham, un artista urbano que trae 2 años usando Can Fugarolas como espacio de trabajo. Mohamed empezó pintando grafiti cuando era adolescente y, casi sin darse cuenta, actualmente ha acabado pintando murales y produciendo obras de taller para galerías. Aquí ha encontrado el espacio idóneo para poder pintar sus trabajos de interior, desde dibujos hasta aceites.
Artista urbano que se está abriendo camino de manera acelerada en galerías de arte
"Hay gente que está aquí porque le interesa el proyecto y otros por el coste del espacio", explica y defiende que "Can Fugarolas es una alternativa como lugar de creación para gente con inquietudes en diferentes ámbitos". En este sentido, el artista lamenta que "Mataró es una ciudad bastante pobre en este sector y, en en cuanto a muralisme, todavía tiene mucho para hacer para ponerse al día del que está sucediendo al suyo cercando".
El colectivo de huertos: "Viene bastante gente mayor del barrio, de quien hemos aprendido mucho"
El colectivo de huertos de Can Fugarolas es un grupo muy heterogéneo de gente, desde socios del proejcte hasta gente del barrio con ganas de cultivar sus propios productos. "Hay realmente de todo, yo misma comparto parcela con una señora grande, es muy intergeneracional y los más jóvenes e inexpertos aprendemos mucho de los más avezados en la materia", explica Irene Moreno, una de las coordinadoras de los huertos.
Han convertido el patio de Can Fugarolas en parcelas de cultivo de huerta ecológica
Están formados por parcelas de 40m2 donde sehacen cultivos de huerta ecológica, y el proyecto ha dignificado del todo un patio que hace tres años estaba totalmente dejado. "Pero el solo era suficiente bono, y bien pronto conseguimos que diera frutos. Hoy hace tilín", añade Moreno. Los huertos están abiertos a quienes lo quiera. "Todo el mundo que quiera tocar tierra puede venir, sólo hace falta que se presente a la asamblea como primer paso para acceder a una parcela", destacan.
Cooperativa de consumo la Estrella: productos ecológicos y col·letivitzats
El proyecto de la Cooperativa de consumo la Estrella se presenta como una iniciativa de col∙lectivització del consumo de productos ecológicos. La cooperativa nace para respetar los propios entornos y salud consumiendo productos ecológicos y fomentando el consumo del comercio justo y responsable. Lo hace potenciando la compra colectiva bajo criterios que garanticen la subsistencia de los proveedores y de los clientes; difundiendo el opci´`o de consumo de productos ecológicos; y coordinándose con otros grupos similares en el marco de la entidad Ecoconsum.
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