Mañana martes es día gordo: fiesta de Las Santas. En estas Santas diferentes y con asterisco, la cita con el primer acto de la jornada que literalmente despierta toda la ciudad no faltará. Pero cómo muchas otros, se adapta a los condicionantes de la Covid. No habrá itinerarios, las Madrugadas no se pueden seguir. habrá toques y cohetes, pero no los diferentes pasacalles en sí.
De Madrugadas habrán y la jornada del 27 de julio volverá a empezar con el chasquear de cohetes voladores, desde los extremos del mapa de Mataró hasta Santa Maria. A diferencia del que es habitual, pero, no hay pasacalles. Ni se pueden hacer séquitos alrededor de los músicos. Ni estos tocarán en la calle, ni habrá tablas de comer. Nada. El único elemento propio de las Madrugadas es la aproximación musical (y el contrapunto pirotécnico) de camino a Santa Maria. Cómo? Con azoteas y balcons.
En casas particulares ofertas, los diferentes grupos podrán evocar las Madrugadas normales resiguiendo más o menos los recorridos habituales. Las instrucciones, pero, son claras: en las casas solo suben los músicos y las órdenes son estrictas en el sentido de evitar que se formen pasacalles o séquitos. Toca esperar el toque de Madrugadas más próximo a casa. Es un 27 diferente.

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