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Ecologistas y expertos ponen en entredicho el impacto de la ZBE

Las políticas basadas en precios y no en cantidad, como la ZBE, son medidas más eficientes en general, aseguran.

A la espera que entre en vigor la Zona de Bajas Emisiones el próximo 1 de enero, cada vez son más las voces de entidades ecologistas y expertos que reclaman la introducción de un peaje urbano o tasa anticontaminación. Es el caso de la Plataforma de la Calidad del Aire, que considera que el peaje es "la única medida que ha funcionado en las ciudades europeas para reducir el tránsito". Así lo expresa en declaraciones a la ACN su portavoz Maria Garcia, que cita como en el caso de Estocolmo "se redujo en un 30% desde el minuto 0 tanto el tránsito como las emisiones". En una línea similar se expresa el profesor del Departamento de Economía a la URV y consultor de la UOC Ricardo Flores, que ve como una "alternativa mejor" a la ZBE el peaje de congestión.

Según Maria Garcia, las ciudades europeas que han aplicado medidas similares a la ZBE no han conseguido resultados porque las etiquetas (en este caso de la DGT) "no señalan las emisiones reales ni el volumen de tránsito que se tiene que reducir".En este sentido, defiende que con el peaje se disuade más el uso del vehículo y se consigue el chip que "arrancar el motor es el que contamina". En cualquier caso, desde la plataforma creen que los vehículos de alta ocupación (con tres o más ocupantes) no lo tendrían que pagar.

Flores afirma que los peajes, y las políticas económicas basadas en precios, contra las políticas basadas en cantidades, como es la ZBE, "son medidas más eficientes en general".Lluís Frago, profesor asociado del Departamento de Geografía Humana de la UB, voz con buenos ojos un peaje pero considera que "hace falta más análisis de la movilidad" a la ciudad antes de optar por nuevas medidas. Por ejemplo, entender mejor qué perfil de personas hace uso del vehículo, de qué tipo de coche y con qué frecuencia.

Sobre el alcance del peaje, Frago considera que en el debate sobre la mesa se tendría que discutir también la posibilidad que no se aplicara únicamente a los accesos en Barcelona sino que plantea estudiar un peaje "metropolitano".
Flores considera que "el problema" de los peajes urbanos es su impopularidad. El experto de la URV y la UOC reconoce que se pueda ver como una medida "ultraliberal", pero, en este sentido, destaca el caso de Estocolmo, donde las encuestas antes y después de la implementación de la medida constataron un cambio de percepción, con la mayoría de la ciudadanía que seposicionó a favor depués de un año. Flores pone el ejemplo del pago por las bolsas de plástico al supermercado, una medida a que los consumidores se han adaptado con poco esfuerzo.

Garcia se expresa en la misma línea y contrapone la aceptación social inmediata del peaje en las ciudades donde se ha implantado con el hecho que, igual que la ZBE, no sea una medida popular al inicio. "Son las políticas las que cambian las mentalidades, como pasó con la ley antitabaco", afirma la portavoz de la Plataforma por la Calidad del Aire.

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