Can Cruzate es el cuento de nunca acabar; desde hace décadas se siendo hablar de este inmueble entre la plaza Gran y la plaza del Ayuntamiento de Mataró , con una ubicación estratégica y clave para el reimpulso urbanístico, comercial y ciudadano del centro de la ciudad. El edificio, catalogado como bien patrimonial, se encuentra en parte abandonado y prácticamente en ruines, mientras se acumulan proyectos e iniciativas que nunca han fructificado. El Ayuntamiento espera desbloquear esta situación después de haber formalizado la adquisición de la parte que le faltaba del edificio. Can Cruzate ya es 100 % municipal.
El Ayuntamiento ha destinado 1 millón de euros a la compra de la finca pendiente del edificio, inversión surgida de la modificación presupuestaria aprobada al Pleno de mayo y que también prevé actuaciones como por ejemplo mejoras en materia de seguridad y limpieza a la ciudad, entre otros. Tal y cómo ha destacado el alcalde, David Bote, en una comparecencia de prensa este viernes, "ahora tenemos la propiedad de todo el inmueble", cosa que los permite "pensar con más libertad" el plan de usos que quieren aplicar. En este sentido, tan solo ha destacado que se dedicará a "actividad terciaria" (etiqueta genérica que engloba servicios públicos y privados, comercio, restauración...).
Vista aérea de Can Cruzate, en estado ruinós
Todavía no se sabe, por lo tanto, que se hará, así que en este sentido todo sigue igual que los últimos años. Can Cruzate ha sido objeto de propuestas de todo tipo, como por ejemplo acontecer la sede de la tercera biblioteca pública de la ciudad, o convertirse en un 'Guggenheim' mataroní, tal y cómo dijo en 2017 la entonces regidora de Urbanismo, Núria Calpe. Remontándonos a los años pre-crisis financiera, en 2006 el Ayuntamiento abrió un concurso al cual se presentaron un total d e 47 propuestas, ninguno de las cuales se acabó ejecutante puesto que quedó desierto.
Mientras tanto, la pastilla urbanística más golosa del centro de Mataró sigue acumulando polvo y escombros. La adquisición del edificio ha supuesto una gran inversión municipal, de forma que el Ayuntamiento muestra un interés real al encontrar un futuro para el edificio. El concurso de ideas convocado por el consistorio para el Plan de Impulso al Centro establecía el eje Ayuntamiento-plaza del Ayuntamiento-Can Cruzate-Plaza Grande como punto clave en la transformación urbana, económica y comercial del casco antiguo. Y el jurado dio un accèssito a un proyecto arquitectónico que convertía Can Cruzate en un edificio singular en forma de nuevo equipamiento que acogería la Casa de la Cultura Popular.
Infografía del proyecto a Can Cruzate ganador de un accessit del concurso del Plan de Impulso del Centro
Hoy por hoy no se sabe a que se destinará el inmueble, pero el alcalde ha asegurado que tiene que servir para "reforzar la demasiada crítica y el atractivo del centro de Mataró", en el marco del Plan de Impulso del Centro. Las obras que se hagan y el plan de usos que se determine por este equipamiento se enmarcará en el seguido de obras que ya se están realizando o bien se llevarán a cabo en los próximos años al casco antiguo y entornos de Mataró, que incluyen la reurbanización de vials cómo el Camí Ral, la calle Sant Josep o la calle Argentona, la reforma del Ayuntamiento, la apertura del espacio Mataró Conecta a Can Xammar o del Café Nou a La Riera, entre otros.