Ni el Ayuntamiento de Mataró ni los propios mataronins se han mostrado nunca del todo satisfechos de cómo funciona el servicio de recogida de residuos y de limpieza viaria a la ciudad. La gestión del servicio, concedido a una empresa privada (el gigante FCC) supone el contrato de mayor volumen económico del consistorio, por un total de 62 millones de euros y 8 años. Y este, de acuerdo con la empresa adjudicataria, ha decidido rescindirlo cuando todavía le quedaban tres años de duración. Una decisión inesperada que se ha anunciado este martes, pero no del sorprendiendo teniendo en cuenta la cantidad de problemas que Mataró sufre en el ámbito de la limpieza de los espacios públicos y la recogida de los contenedores. La empresa seguirá ofreciendo el servicio hasta el 2020, cuando se convocará un nuevo concurso de adjudicación.
El contrato actual con FCC se firmó en 2014, a pesar de que la empresa ya era la adjudicataria del mismo en la anterior licitación. El contrato se firmó a la baja, en un momento de crisis económica, y en los siguientes años se ha ido ampliando en dotación económica y recursos. Pero nunca se ha llegado a lograr un servicio satisfactorio. "Mejoramos el contrato de limpieza y recogida de residuos, hemos hecho campañas, hemos multado... Y es evidente que hay que repensar los servicios que prestamos porque los resultados son insuficientes", dijo el alcalde, David Boto, en una entrevista con Capgros.com. Algo del cual ya se quejó la regidora de Vía Pública, Núria Moreno, en 2016. "El servicio ofrecido es mejorable", decía entonces, antes de aprobar la ampliación del contrato para intentar dar respuesta a las quejas vecinales sobre la carencia de limpieza. El mismo contrato que se ha acabado rescindiendo.
En el actual mandato, se han producido varias polémicas, como por ejemplo el vídeo que demostraba que uno de sus camiones de recogida de la basura mezcla las fracciones de residuos que los mataronins han separado y depositado previamente a los contenedores correspondientes. Algo que la empresa atribuyó al error puntual de un trabajador, explicaciones que no acabaron de convencer el Ayuntamiento ni muchos ciudadanos que habían sido testigos de cómo esta era un práctico tendido y más habitual del que defendía FCC. El Ayuntamiento no pudo detectarlo hasta que no se hizo público el vídeo, a pesar de que había ampliado las inspecciones a la empresa a raíz de una investigación a FCC que Boto decretó para establecer si la empresa había podido cometer en Mataró una estafa similar en la denunciada por los ayuntamientos de Barcelona y Badalona, donde la firma habría manipulado datos de recogida de residuos para reciclaje y de voluminosos para incrementar la factura. En este caso la investigación no detectó ninguna irregularidad mayor.
A todo ello sehan sumado los continuados conflictos entre la empresa FCC y su plantilla, que en más de una ocasión han estado a punto de acabar con una huelga de la plantilla (salvada en el último momento por la intermediación del consistorio, como pasó en 2016). Y las continúas denuncias de los vecinos sobre la suciedad a las calles, en especial por los contenedores desbordados, un problema que sigue poniéndose de manifiesto a pesar de innovaciones como la app que permite alertar directamente el servicio en caso de que se produzca un hecho como este.
En un comunicado, el Ayuntamiento asegura que tanto el consistorio como FCC han rescindido el contrato "de mutuo acuerdo" puesto que ambudes partes consideran que "no mujer suficiente respuesta a las necesidades actuales de la ciudad porque, después de casi cinco años de ejecución, las circunstancias económicas y jurídicas han cambiado sustancialmente". El consistorio no cita cabeza de las polémicas, sino que justifica la rescisió por el hecho que "hace falta una adecuación del servicio debido al incremento de población (más de 3.000 personas en los últimos 4 años), a la extensión de las zonas residenciales de la ciudad –principalmente a la Ringlera y al Eje Herrera- y al crecimiento de la actividad económica". Además, apuntan que se han producido circunstancias que modifican la estructura económica inicial del contrato, como la introducción de un nuevo camión extraordinario a jornada completa para evitar desbordamiento de la fracción resta en algunos contenedores de la ciudad o un aumento de los recursos derivados de la puesta en marcha de la App MataróNeta, entre otros. También cita cambios jurídicos.
Ante esto, el Ayuntamiento y FCC han acordado resolre el contrato. En este acuerdo, el Ayuntamiento reconoce y liquidará a FCC la cantidad de 459.256,75 € correspondientes a los importes de los servicios prestados al margen de los ofrecidos inicialmente y que han sido acreditados por la empresa. La empresa, por su parte, se compromete a continuar prestando el servicio hasta la adjudicación del nuevo contrato y a reconocer a los trabajadores adscritos los incrementos retributivos correspondientes al ejercicio 2018, 2019 y 2020, en aplicación del pacto salarial que ambas partes acuerden en la negociación colectiva.
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