La situación que se vive a Cercanías, junto con el hecho que desde febrero de 2017 se hayan aumentado notablemente las frecuencias en horas puntas, ha hecho que el número de viajeros crezca al servicio de buzo Expres.cat, gestionado por Casas-Moventis. Según datos de la empresa concesionaria, en el último año el número de viajeros ha crecido por estos motivos hasta un 5%. Sólo hay que ser usuario de las líneas E.11.1 o E.11.2 cualquier día de la semana para ver que los autobuses van plenos como un huevo. Y a menudo hay usuarios que tienen que hacer el viaje de pie por autopista, algo legal si el vehículo viaja por debajo de los 8o km/h pero francamente incómodo.
Miguel Àngel Salas, gerente de Moventis, explica a Capgros.com que son conscientes del problema, pero que este se ha ido reduciendo desde el aumento de frecuencias. "Aún así continuamos evaluando los servicio para conseguir el objetivo de no traer viajeros de pie. Se por eso que, a veces, cuando lo detectamos, aplicamos medidas de refuerzo del servicio", destaca Salas. Aún así, desde la empresa aseguran que se ha hecho un refuerzo de inversión para poner en servicio más autobuses de gran capacidad, la mayor parte de los cuales son articulados de 18 metros, el que supone "un mayor número de plazas ofertades a nuestros clientes", según su gerente.
"Aplicamos medidas de refuerzo cuando lo detectamos, y hemos puesto más autobuses de gran capacidad"
Uno de los principales problemas hoy se vive durante el fin de semana y durante los laborables de agosto, cuando las frecuencias caen en picado (sábado y domingo, por ejemplo, no hay E.11.2 en servicio y la E.11.1 circula tan sólo un golpe cada hora). Esto hace que los autobuses vayan sobrecargados. Salas apunta que están intentando poner solución. "En estos momentos, conjuntamente con los técnicos de Territorio de la Generalitat y el ATM, estamos estudiando y trabajando una mejora de servicio en fines de semana y también de los días laborables de los mes de agosto que espero se pueda concretar antes de verano".
Son las 7:30 h de la mañana y hay gente esperando a la parada de buzo de la plaza de las Tereses. Muchos de ellos son estudiantes como la Marta que utilizan la línea para ir a la universidad. "Es más cómodo que el tren porque no hace tantas paradas, va más directo y casi siempre puedes sentar". Hay trabajadores que optan por el servicio del buzo e11.1 de la empresa Casas-Moventis para "no encontrar retenciones y tener que estar todo el día con el coche arriba y abajo", explica un mataroní que trabaja a unas oficinas cerca de plaza Cataluña. A primeras horas de la mañana el servicio pasa con bastante continuidad y los pasajeros no se acumulan tanto como pasaba años atrás. Aún así se encuentran deficiencias. "Tendría que ser más barato el precio de los abonos de viajes y de los billetes sencillos", comentan algunos mientras otros asienten con la cabeza al escucharlo.
A la última parada de la línea, Puerta Laietana- Tecnocampus, la situación es más complicada. Los pasajeros viajan muchas veces de pie porque no hay lugar. "Hay días que según qué hora va mucha gente hacia Barcelona y es imposible que haya asientos por todo el mundo", comenta un usuario que hace más de 5 años que hace este trayecto por motivos laborales. "Muchas veces he llegado mareado, tanto de ida como de vuelta, para ir de pie al pasillo. Pero el servicio de buzo es mejor que el tren".
"Hay días que según qué hora va mucha gente hacia Barcelona y es imposible que haya asientos por todo el mundo"
La línea e11.2 también va llena en horas punta. Los primeros a subir tienen pocos problemas pero quienes lo sufren más son las tres últimas paradas, situadas al Paseo Ramon Berenguer y al Cros. Los usuarios comentan que normalmente encuentran asientos libres pero no siempre. "Antes sí que pasaba más esto de ir de pie pero ahora no tanto", dice una pasajera que espera el buzo. "Creo que el servicio de buzo es bueno, por la mañana pasa con mucha frecuencia. Sólo me molesta que a veces viene tarde y como tengo que hacer transbordo en Barcelona he tenido problemas para llegar a clase con puntualidad", explica un estudiante universitario. Una petición muy diferente es la de Celia, va dos golpes por vez en Barcelona y el problema más grande se lo encuentra con los mismos usuarios: "A mí el que me incordia es la gente que sube al buzo en las primeras paradas, sientan y dejan bolsas o mochilas al asiento del lado, ocupando dos lugares cuando saben perfectamente que tampoco es que sobren los asientos. Encima hay los que se hacen los dormidos o miran hacia la ventana para evitar que los preguntes si puedes sentar. Creo que es una gran falta de educación".
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